Marcharon en Bruselas contra trump y otan
en la Cámara de Representantes y en el Senado, el desafío pasa por aumentar las bancas y preparar el terreno para una eventual reelección en 2020.
Los empresarios estadounidenses, con una visión más global de la economía y la política, creen que sus productos perderán mercados y sus costos aumentarán. “El gobierno está amenazando con minar el progreso económico que costó tanto conseguir. Deberíamos promover un comercio justo y libre, pero éste no es el modo de hacerlo”, disparó esta semana Tom Donohue, el presidente de la influyente Cámara de Comercio estadounidense.
La reacción de Trump no tardó en llegar. El jefe de Estado ordenó una investigación para determinar si la importación de automóviles, camiones y autopartes implica una amenaza a la seguridad del país. “Existe evidencia que sugiere que, durante décadas, las importaciones del exterior han erosionado nuestra industria automotriz nacional”, afirmó el secretario de Comercio Wilbur Ross. Preocupación. La guerra comercial también encendió el viernes las alarmas en el mercado laboral, luego que aumentara en junio el desempleo al 4%. Trump, sin embargo, está convencido de que su prédica proteccionista generará más puestos de trabajo en la industria manufacturera y aumentará su base de apoyo entre los norteamericanos. Cerca de 4 mil personas se manifestaron ayer contra la cumbre de la OTAN de la semana que viene y la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Bruselas, bajo el lema “Trump no es bienvenido. Hagamos la paz grande otra vez”. La marcha partió de la estación del Norte hacia el centro de la ciudad. Se trata de la segunda vez que miles de manifestantes se expresan contra la “militarización” de Europa. “Pedimos a nuestros dirigentes belgas y europeos que no se inspiren en la visión del mundo de Trump y se resistan ante Washington. Les pedimos que le hagan frente en su visión deshumanizada de la política migratoria”, afirmó Leila Lahssaini, una de las manifestantes.