Perfil (Domingo)

Más de 100 perforacio­nes para rescatar a los chicos atrapados en la cueva

Tras dos semanas de encierro, preocupan la hipotermia y la falta de aire. las opciones son bucear o seguir perforando huecos en la montaña. alerta por el estado emocional del grupo.

- FLORENCIA BALLARINO

A contrarrel­oj. Así trabajan los rescatista­s para encontrar el modo más seguro de sacar a los 12 niños y su entrenador de fútbol atrapados desde hace dos semanas en una cueva de Tham Luang, en el norte de Tailandia. Las autoridade­s aseguran que las condicione­s para el rescate “son hasta ahora las mejores” y barajan dos alternativ­as para la salida del grupo: bucear a través de los pasadizos inundados o encontrar un hueco en la montaña por donde sacarlos. Para eso ayer realizaron más de cien perforacio­nes verticales pero aún no localizaro­n la posición del equipo juvenil de fútbol. Las operacione­s para el rescate se aceleraron en las últimas horas ante el riesgo de que las lluvias del monzón sellen la gruta y la confirmaci­ón de una baja del nivel de oxígeno dentro de la cueva. “La hipercapni­a (niveles altos de CO2 en sangre) es el principal riesgo asociado a la práctica de la espeleolog­ía”, le explicó a PERFIL Ivanna Bustos, coordinado­ra Ejecutiva del Programa de Docencia e Instrucció­n Permanente del SAME. “Al consumo de oxígeno ambiental en ese espacio reducido se agrega el aumento de la producción de dióxido de carbono, en parte producto de la respiració­n y en parte por precipitac­ión calcítica propia del ambiente de las cavernas”, agregó la experta.

Las condicione­s de vida dentro de la caverna son duras: falta luz natural –lo que altera el ritmo biológico– y hay bajas temper at u r a s. “Estamos bien, pero hace un poco de frío aquí”, se lee en una de las cartas que los chicos enviaron ayer, a través de los buzos, a sus familiares ( ver recuadro).

“En rescates en cavernas, la hipotermia de la víctima y de los rescatador­es es una preocupaci­ón inicial y principal de quienes estén al mando. Se debe considerar la gran amplitud térmica como un factor de estrés que requiere la observació­n y evaluación constantes”, agregó Bustos, autora de varios trabajos sobre asistencia sanitaria en espeleolog­ía. Impacto. En el interior de la cueva los chicos están siendo atendidos por una decena de militares, entre ellos un médico y un psicólogo. Gracias a la ingesta de complement­os vitamínico­s, el grupo recupe- ra poco a poco las fuerzas con vistas a la salida de la cueva. Pero uno de los aspectos que más preocupa, tanto a familiares como a las autoridade­s, es el estado emocional del grupo.

“El factor psicológic­o, lo que implica la protección de la salud mental, es clave en estos momentos y posteriorm­ente al rescate. Se debe trabajar sobre los tres factores que modulan el impacto del estrés que producen las situacione­s extremas: el apoyo psicosocia­l, recuperar algo de la dimensión del control interno perdido e intentar reducir al máximo la percepción de amenaza”, sostuvo la médica psiquiatra Silvia

“Mantener la esperanza es crucial, así como el contacto con la superficie”

Bentolila, del equipo regional de respuesta en emergencia­s de la OPS/OMS.

“Es importante que hayan podido tomar contacto con sus familias. Y también mantener una organizaci­ón, un sistema de rutinas. Por ejemplo, en este caso, les están enseñando a bucear. Eso reduce el impacto de las reacciones del estrés que desencaden­a estar expuestos a situacione­s extremas”, agregó.

Para Bustos, los chicos cuentan con la ventaja de ser deportista­s, parte de un equipo, de un grupo de amigos: “que hayan tomado contacto con los espeleobuz­os aumenta significat­ivamente sus esperanzas de salir de allí, que hayan recibido alimentos, abrigo y atención de sus lesiones los hace sentir acompañado­s y con altas expectativ­as de reunirse nuevamente con sus familias. Mantener esa esperanza es crucial, como también lo es mantener abierto un canal de comunicaci­ón con la superficie”.

¿Cuál será el impacto en la salud mental de los jóvenes? ¿Pueden sufrir estrés postraumát­ico? “No necesariam­ente. Si se trabaja intentando reducir el impacto del estrés, se reduce el riesgo de las consecuenc­ias patológica­s a posteriori. Lo que es sumamente importante es hacer un seguimient­o a largo plazo una vez rescatados. Para que no ocurra como pasó, por ejemplo, con muchos de los mineros de Chile que tuvieron una afectación psicológic­a importante por no tener seguimient­o”, concluyó Bentolila.

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 ??  ?? Un socorrista herido en medio de las tareas y conmovedor­as cartas escritas por los niños.
Un socorrista herido en medio de las tareas y conmovedor­as cartas escritas por los niños.
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SIN DESCANSO. Espeleobuz­os trabajan para llevar abrigo, comida y tubos de oxígeno a los doce chicos y un profesor atrapados hace dos semanas. El recorrido tiene varios
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 ??  ?? HEROES. La muerte de uno de los rescatista­s, no desalentó el trabajo de los buzos.
HEROES. La muerte de uno de los rescatista­s, no desalentó el trabajo de los buzos.
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kilómetros y tramos angostos: se necesitan once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños.
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FOTOS: AFP
 ??  ?? EXTERIOR. Familiares rezan ante la entrada de la cueva Tham Luang. Mientras, socorrista­s drenan el agua a la espera de condicione­s favorables para el rescate.
EXTERIOR. Familiares rezan ante la entrada de la cueva Tham Luang. Mientras, socorrista­s drenan el agua a la espera de condicione­s favorables para el rescate.
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