Parejas de tangueras por el título mundial
De Colombia y China, Diana y Meiling.
Según la tradición, para que una mujer bailara en una milonga tenía que esperar a que el varón la “cabeceara” para invitarla a bailar. Pero, cada vez más, ellas superan en cantidad a los hombres en los salones y se animan a armar dúos femeninos para bailar entre ellas. Esa avanzada se ve, por primera vez, en esta edición del Festival y Mundial de Tango, que empezó el jueves y se extiende hasta el 22 de agosto: entre las 554 parejas en competencia, hay cinco de mujeres y solo una formada por dos varones.
“El festival de tango es innovador y rupturista por naturaleza”, explica el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, sobre esta movida que desafía los estereotipos que los tangueros tradicionales aún ven con algo de recelo (ver aparte).
Desde el mundo. Se sabe que el tango despierta pasiones en todos los rincones. Y que dos de las parejas femeninas del Mundial sean de lugares tan distantes como Filipinas o la integrada por una colombiana y una china llama la atención. Diana Cortés (47) llegó al país en 2001, para perfeccionar su pasión por la danza.
Desde entonces, pasa siete meses al año aquí y luego da clases en Bremen, Alemania, donde vive. Como su marido no quiso competir, este año invitó a Meiling Wei (33), una mujer china que abrió alli su propia academia. Tiene un marido argentino y aprendió aquí a conducir, “un rol típicamente masculino”. Sin embargo, la pareja internacional afirma que “no les pesa el machismo en el tango”. Pura química. Camila Ruiz
(22) y Ariadna Zaehnsdorf (20) viajan todos los días desde Quilmes hasta la Ciudad para practicar. Aunque Ruiz trabaje en un salón de fiestas y Zaehsdord como secretaria, ambas coinciden en que “el tango es su vida”. Son amigas desde la infancia y ahora estudian juntas la carrera de Folclore con tango en la UNA. Les gusta, dicen, desafiar “desde lo estético, porque el tango es como el amor, pura química”. “Vamos a romper con muchos paradigmas porque nuestra revolución pega en todas las áreas”, cuentan las amigas, que afirman que “el machismo en el tango se rompe cuando dos mujeres bailan juntas”. “Se trata de cuánto te conectás con la otra persona mientras bailás, sin importar su sexo o edad”, explica Ruiz. Las tangueras de Quilmes debutan mañana y están convencidas de que “van a divertirse”, a pesar del resultado que obtengan.
Socias. “Cuando tomaba clases era la más alta, entonces por falta de varones me asignaban el papel de conductora”, cuenta Cinthya Domino sobre sus comienzos en la danza y que bailará junto a su amiga Florencia Da Luisio, ambas de Colón, Buenos Aires, donde dan clases juntas. Ellas ya participaron en el Mundial con varones. “Cada vez que íbamos a una milonga y no bailábamos por falta de hombres, nos daba mucha bronca. Nos dimos cuenta de que disfrutábamos mucho juntas y decidimos anotarnos”, dicen.
Mariana Tolaba (46) e In- grid Benjaminsen (29) se conocieron en el grupo coreográfico Entre Mujeres Tango con el que hicieron un show solo con mujeres. “Desde que empecé a tomar clases, éramos cincuenta mujeres y un varón. Me quedaba sentada o aprendía el rol de conductora”, detalla Tolaba. Benjaminsen dice que no recibieron comentarios negativos por bailar juntas, aunque recuerda un fuerte rechazo masculino en una milonga tradicional, en abril pasado. “Con la compañía hicimos una coreografía femenina. Los hombres –a modo de protesta– nos dieron la espalda, mientras que otros directamente se fueron”, cuenta Benjaminsen. Sin embargo, la bailarina dice que “fue una noche superlinda”: “Las mujeres nos miraban apasionadas y nos aplaudieron un montón. Eso nos da fuerzas”, afirman.