Su familia rechaza la protección
Desde la noche del viernes, José López ya no está en el penal de Ezeiza, su lugar de detención desde junio de 2016. Al terminar su declaración y por pedido suyo y de su defensor oficial, Gustavo Kollmann, el ex funcionario entró al Programa de Protección de Testigos e Imputados que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Quienes decidieron no ingresar fueron los miembros de su familia. No obstante podrán visitarlo respetando estrictas medidas de seguridad. López está en un lugar secreto, al resguardo del Grupo Especial de Intervención (GEI), conocido como “Los Lobos”. Se trata de una división compuesta por efectivos del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que fueron entrenados especialmente para proteger a imputados y testigos colaboradores. El programa ya tiene a 228 personas en esas condiciones, sin contar a sus familias u otros vínculos.