Dueños de Loma Negra, en la mira
Complicados por nuevas pruebas de pagos sospechosos en una planta de Aysa. La Justicia citó a un gerente.
La constructora brasileña, dueña de Loma Negra, está en la mira por supuestos sobornos durante el kirchnerismo. Los archivos enterrados de un “consultor” de la empresa que gestionaba pagos ilegales contienen menciones a la planta de Aysa en Berazategui. Pietro Giavina Bianchi no escribía cuadernos. Este “consultor” de la constructora brasileña Camargo Correa acumulaba papeles y los digitalizaba. Los almacenaba en un pendrive y una carpeta verde, que se transformaron en pruebas de la presunta caja paralela de una de las compañías más importantes de Brasil y la región, según la investigación de la Policía Federal de San Pablo.
Pietro cayó en 2009 durante la operación Castillo de Arena. Cuando allanaron su domicilio, la policía lo cazó in fraganti mientras intentaba esconder un pendrive Sony de 4 gigabytes. Así pudo comprobarlo el equipo de Investiga Lava Jato de fuentes de la investigación.
Cuando los policías analizaron el contenido entendieron el porqué de la preocupación de Pietro. Encontraron documentos de sociedades offshore, cuentas bancarias en Andorra y supuestos pagos ilegales y contribuciones en negro a campañas políticas. Todos los movimientos negros de Camargo Correa estaban alojados allí e incluían a la planta Bicentenario, de Aysa, en Berazategui.
Por primera vez, un medio argentino analizó los documentos de Castillo de Arena, gracias a la iniciativa del equipo Investiga Lava Jato, que integra PERFIL junto a Convoca (Perú), Folha do Sao Paulo (Brasil) y otros medios de América Latina y Africa.
El Supremo Tribunal de Justicia brasileño anuló la investigación en 2011 porque una serie de escuchas telefónicas se habían realizado antes de dar comienzo formal a la investigación. En la Argentina, Camargo solo tuvo una obra pública: la planta depuradora Bicentenario. Camargo y Esuco ganaron el contrato de casi 400 millones de pesos a fines de 2008 (unos 118 millones de dólares según los documentos de Pietro). El proyecto comenzó en 2009 y finalizó en 2015. Contó en su inauguración con la presencia de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Camargo Correa y Esuco son investigadas por el juez
Sebastián Casanello y el fiscal Federico Delgado. Dos de sus ex directivos están procesados y embargados por irregularidades y cartelización de las obras de Aysa junto a integrantes de Odebrecht y sus socias locales (Roggio, Supercemento y Cartellone). El magistrado citó a Antonio Miguel Marques (ex presidente de Camargo Correa) y a Carlos Wagner (Esuco) a indagatoria por las supuestas coimas los próximos días.
Antes de adjudicar la obra, en enero de 2008, el contrato creció en un 17 % y se aumentó el adelanto financiero al 10% del total de la obra. En uno de los archivos del pendrive de Pietro denominado “UN Infra (Infraestructura) Internacional”, el “consultor” anotó un pago de US$ 25 mil con la referencia “Berazategui, Argentina, Alteración presupuesto”. Camargo Correa no respondió la consulta de este medio sobre este punto: ¿a quién y por qué motivo se destinó este pago
En el pendrive de Pietro, los policías encontraron la copia de un e-mail del 23 de enero de 2009, en el que la sucursal argentina de Camargo confirmaba que Aysa había depositado el adelanto financiero por US$ 12.089.700,20.
El intercambio de correos llegó a Pietro, quien imprimió los archivos adjuntos, que incluía dos facturas de Aysa al con- sorcio Camargo-Esuco. El adelanto se dividió en dos pagos de 30 millones y 10 millones de pesos. Sobre el mail impreso, Pietro escribió: “Liberación 499 ARG”. Cuando los policías analizaron los archivos posaron las sospechas sobre unos pagos destinados a “Grupo PSI”. En un documento, Grupo PSI aparece como destinatario de dos pagos extraídos del adelanto financiero: uno fechado en febrero de 2008 por US$ 529.190 y otro por US$ 499.176, en diciembre de 2008, el año de la licitación pública de Aysa. También encontraron otra proyección de pagos para Grupo PSI sobre la base del total de la obra. “Grupo PSI” se quedaría con US$ 5.291.899 (a febrero 2008) y US$ 4.991.761 (a diciembre 2008).
Grupo PSI no figura en ninguna de las 55 empresas locales subcontratadas por Aysa para la obra. En la compañía estatal no tienen registro de ninguna empresa extranjera denominada Grupo PSI, explicaron fuentes de Aysa. Camargo Correa respondió que “no figura en la lista de proveedores de la obra”.
Cuando Investiga Lava Jato intentó contactar al “consultor”, un abogado de la compañía refirió que no era posible debido a que Pietro está “muy enfermo”.