Promesa del Gobierno a empresarios: fiesta 2019.
En reuniones con ejecutivos presentan a Macri como un “presidente firme” y a la cabeza de un proyecto que durará ocho años. “Piloto de tormentas” entre CFK y el peronismo.
A través del amigo presidencial Nicolás Caputo (foto), busca seducir al establishment. Pide apoyo y ofrece prosperidad. Qué opinan los hombres de negocios.
Si en el momento más crítico de la economía Mauricio Macri y María Eugenia Vidal intercalan timbreos con apariciones en televisión para contener el malhumor social, el empresario “hermano de la vida” del Presidente, Nicolás Caputo, y un puñado de funcionarios caminan los lobbies de hoteles cinco estrellas para sostener el ánimo del establishment empresarial y convencerlo de que en el medio de la disparada del dólar y la aceleración de la inflación hay algo así como un rumbo.
“¿Cómo anda todo en Singapur?”, preguntó PERFIL a Caputo el último miércoles en el Alvear Palace Hotel, a propósito del pin que luce como embajador de ese país, y que hasta hace poco usaba para evitar hablar de la política local escudándose en su extraño rol diplomático. Ante la pregunta, ahora, no dijo nada.
—¿Cómo está Macri?
—Está a la defensiva, claramente, pero está firme y tranquilo hasta el final del mandato.
—¿Se vienen más cambios de gabinete?
—Acabo de volver de Italia, dejame que me acomode y te digo.
—¿No participó de aquél fin de semana en Olivos?
—Si a mí ni me dejan entrar (risas).
Caputo estaba exultante, suelto de cuerpo, evitando cualquier confidencialidad. “Si te ponés adelante de Macri, te come el brazo”, deslizaba ante los que le preguntaban por el Presidente. “Tiene espíritu aguerrido”, recalcaba.
Espalda. La economía se encamina a varios trimestres de fuerte caída contra el año pasado. Jorge Brito (hijo), del Banco Macro, vaticina un corte en la cadena de pagos. La suba del dólar, que aún no se sabe si ha llegado a un nivel estable, se traslada en cuotas mes a mes a los precios y la in- flación pinta para la más alta desde 1991. En ese contexto, se vienen protestas gremiales y tensión en la calle. Con ese panorama, desde la Casa Rosada salieron a buscar convertirse en “la” alternativa del círculo rojo, luego de que hubiera contactos desde el Frente Renovador con importantes hombres de negocios y también luego de algunos puentes con popes del establishment desde el peronismo federal.
El Gobierno tiende puentes en momentos de puja después de la megadevaluación: el campo, por las retenciones temporarias; la industria, por la caída del consumo, las retenciones y la baja de reintegros; las petroleras, ante un recorte de los subsidios para Vaca Muerta y algún tope a los precios de las naftas.
Así, los argumentos son dos: la Argentina tiene una senda de crecimiento e inversión que se venía dando en 2017, dice Cambiemos, hasta marzo de este año, en condiciones financieras normales; y si el clima financiero se enrarece como desde entonces, Macri es “el piloto de tormentas” más capacitado. “Sin piloto de tor mentas no hubiéramos conseguido el respaldo internacional del Fondo Monetario”, les dijo por ejem-