Balance de los seis meses que vivimos en peligro
Los seis meses que transcurrieron luego de la corrida cambiaria de abril alteraron de manera contundente las principales variables macroeconómicas del país. A principios de este año el Gobierno tenía confianza de que la economía se expandiera un 3%. Si bien esas previsiones se moderaron tras la sequía, ni el más pesimista de los analistas hubiese esperado en marzo los guarismos que se lanzan hoy: se espera que el PBI del país se contraiga un 2,6% en 2018. Esta contracción también pegó fuerte en el empleo. El último dato en materia laboral es que, según la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), entre marzo y julio se perdieron 97 mil puestos de trabajo, 34 mil de ellos en el sector formal privado. Otro rubro en el que pegó fuerte la devaluación fue en materia de reservas. El último día de 2017 el Banco Central contaba con US$ 55.055 millones y en enero llegaron a los US$ 63.906 millones, mientras que en el último resumen de variables financieras de la entidad se registran US$48.066 millones.