Aportantes truchos.
Citan a un contador señalado por testigos como recaudador de Cambiemos.
El próximo miércoles el oficialismo espera disputar el último round en la discusión por el Presupuesto 2019, con la sanción definitiva en el Senado, dos semanas antes de la fecha límite que se había autoimpuesto para cumplir con el objetivo. La expectativa de Cambiemos es lograr entre 40 y 42 votos, conformados por los 25 que integran el interbloque oficialista, poco más de la mitad del bloque justicialista que lidera Miguel Pichetto y algunos aliados como el ex gobernador de Salta Juan Carlos Romero, los misioneros Maurice Closs y Magdalena Solari, y el petrolero neuquino Guillermo Pereyra.
De acuerdo con la lectura que realizan desde el Gobierno, el balance es positivo, al menos en parte, ya que se logró respetar la mayor ía de las metas prefijadas como el valor del dólar, las expectativas de inflación o el consenso sobre el déficit, sumado al acuerdo con el “80% de los gobernadores”, según evaluó el propio ministro del Interior, Rogelio Frigerio, convertido en la estrella de la negociación.
La parte negativa del balance contempla al 20% de los gobernadores con quienes no se acordó –Chubut, San Luis, Santa Fe, Santa Cruz, La Pampa y Formosa–, los 18 mil millones de pesos de obras que debió incorporar el oficialismo para convencer al resto, de acuerdo con el cálculo que realizó PERFIL, y el reclamo latente de unas 14 provincias que tienen deuda en dólares y que pueden rebe- larse en cualquier momento. Para evitar inconvenientes en este aspecto, Gabriela Michetti, titular de la Cámara alta, optó por convocar a sesión especial, para poder determinar el temario que incluirá la modificación del IVA y el Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales, y dejará afuera de tratamiento el DNU por el que se eliminó el Fondo Federal Sojero que la oposición pretendía llevar al recinto.
Entre los protagonistas de la sesión, la mira estará puesta en la defensa que encarará el oficialismo a cargo del titular de la Comisión de Presupuesto, Esteban Bullrich y el jefe del interbloque de Cambiemos, Luis Naidenoff. “Es un Presupuesto que genera un incremento de algunos impuestos y una reducción del gasto público, pero que mantiene la inversión social, entendiendo el momento que estamos viviendo y que no podemos dejar de seguir acompañando a muchos argentinos que necesitan de ese apoyo estatal”, anticipó ayer Bullrich alguna de las líneas que mostrará el miércoles.
En la vereda opuesta estarán esperando el propio Pichetto, reprochado al interior de su bloque por quienes lo juzgaron demasiado condescendiente con el oficialismo, el formoseño José Mayans junto al tucumano José Alperovich –al frente de la rebelión en el bloque justicialista– y Cristina Kirchner por el bloque del Frente para la Victoria, que ya anticipó el unánime voto en contra.
Cambiemos planea conseguir entre 40 y 42 votos con su interbloque y algunos aliados