Visita al desastre californiano
Donald Trump arribó ayer a California para recorrer las zonas devastadas por los incendios forestales que causaron hasta el momento al menos 74 muertos y más de mil desaparecidos, además de miles de desplazados. El Air Force One aterrizó en la base militar Beale, a unas decenas de kilómetros al sur del pequeño pueblo de Paradise, cerca de donde se declaró hace diez días el incendio más letal en la historia californiana. “Parece que hay muchas más personas desaparecidas de las que cualquiera se habría imaginado”, dijo Trump. “Quiero estar con los bomberos”, añadió, y elogió su “extraordinaria valentía”. El foco Camp Fire provocó la muerte de 71 personas y arrasó con más de 57 mil hectá- reas en el norte del estado. El número de desaparecidos se disparó en las últimas 24 horas de 631 a 1.011. En el sur, cerca de Los Angeles, el Woolsey Fire quemó cerca de 40 mil hectáreas desde el jueves, incluyendo el balneario de Malibú, repleto de mansiones de las estrellas. Al menos tres personas fallecieron en esa zona. Cerca de 9 mil bomberos están desplegados en los dos frentes, decenas de miles de pobladores han sido evacuados y muchos permanecen impedidos de regresar a sus hogares. Trump criticó la gestión forestal de las autoridades de California, gobernado por los demócratas, a pesar de que la mayoría de los bosques están bajo control federal, y amenazó con recortar los fondos federales.