VIOLENCIA POR TODO NUÑEZ
UNA VEZ QUE SE SUSPENDIO EL PARTIDO HINCHAS DE RIVER SE CRUZARON CON EFECTIVOS POLICIALES Y HUBO CORRIDAS.
Los incidentes del clásico River-Boca no terminaron en los piedrazos al micro del plantel Xeneize que derivó en la suspensión de la final de la Copa Libertadores. Tres horas después de los incidentes anunciaron que el partido no se iba a jugar. Entonces comenzó la desconcentración de los más de 60 mil hinchas que habían completado el Monumental. Cuando abandonaban el estadio Monumental de Núñez un grupo se enfrentó con efectivos policiales en cercanías de la cancha.
A unas pocas cuadras del estadio, en el cruce de las avenidas Del Libertador y Congreso, se produjo una batalla campal entre simpatizantes del club de Núñez y agentes del orden. Allí, hinchas de River atacaron a pedradas a la Policía y rompieron automóviles estacionados, mientras los efectivos intentaban dispersar a los revoltosos disparando balas de gomas, según pudo constatar la prensa en el lugar de los incidentes.
Los enfrentamientos con la policía llegó a afectar a Rodolfo D’Onofrio, el presidente de River. Mientras estaba al aire en una entrevista televisiva lo atropelló un grupo de hinchas que ingresaron al estadio en una estampida, corridos por la policía.
Los incidentes no solo fueron producto de los piedrazos que los inadaptados estrellaron contra el micro de los jugadores. Tres horas después siguieron los enfrentamientos. El operativo de seguridad falló nuevamente.
FUERA DE LA CANCHA HUBO UNA BATALLA CAMPAL ENTRE HINCHAS Y EFECTIVOS DE SEGURIDAD