El uso ambiental de la energía eléctrica
En un contexto de crisis doble –por un aumento de las tarifas eléctricas– y por el otro, la ambiental, las estrategias de sustentabilidad son diversas. Las facturas bimensuales de luz de septiembre y noviembre en Capital Federal y el Gran Buenos Aires ya llegaron con los últimos aumentos. Si bien el promedio de la suba fue del 24,4% según los datos de la Secretaría de Energía de la Nación, el 73% de los usuarios de Edenor y Edesur –casi 2,5 millones de usuarios– tuvieron incrementos de entre un 26% y un 28%. Por eso, tanto desde las estrategias constructivas de nuevos edificios, como desde el reciclado de los ya existentes, se promueven iniciativas, cuyo eje está en un menor uso del aire acondicionado, a través de la generación de ambientes aislados de manera diferente al entorno. Según Andima (Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes), el 50% del consumo de energía en los hogares de la Argentina es por la climatización de los ambientes. Es decir que, en promedio, la mitad de lo que cada usuario paga de luz se debe a refrigerar o calentar su casa. Javier Maltz, presidente de Andima, explica que la “forma más eficiente para consumir menos energía en un hogar es contar con materiales de aislación térmica eficiente –EPS (poliestireno expandido), lana de vidrio, poliuretano– en toda la envolvente de una casa; la envolvente de una casa está formada por todos los elementos de construcción que están en contacto con el exterior. Este tipo de materiales permiten ahorrar hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas de la energía consumida para climatizar un hogar”.