La final se jugó en Argentina.
El choque tenía al mundo en vilo por los efectos de la guerra comercial entre China y EE.UU. Cara a cara, Xi Jinping y Trump fueron firmes, pero no inflexibles, y dejaron una puerta abierta.
El choque tenía al mundo en vilo por los efectos de la guerra comercial entre China y EE.UU. Cara a cara, Xi Jinping y Trump fueron firmes, pero no inflexibles, y dejaron una puerta abierta.