Un video en una celda desató un escándalo en el penal de Coronda
lo expresan sus vivencias en la cárcel: también hablan de desigualdad, discriminación, pobreza y marcan una posición lógica frente a las fuerzas de seguridad. “Me enseñaron el delito como un trabajo, no me dieron auspicio ni por un rato”, denuncian en una de sus canciones. Se quejan porque no están presos los políticos más corruptos (“¿Por qué en este hotel siempre nosotros? ¿Por qué no Menem? ¿Por qué no Cavallo?”, se preguntan) y destacan el poder de la educación para despertar a los más oprimidos (“Nosotros acá en Devoto récord aprendimos que con un libro podemos salir adelante, cuéntenla como quieran”).
Los músicos eran todos estudiantes cuando decidieron formar la banda. Hoy, muchos de ellos se recibieron. Algunos siguen en la cárcel, otros están libres y uno volvió a caer: Gabriel Peyri, el encargado de tocar el cajón.
El acusado se recibió de abogado en la cárcel pero no llegó a ejercer. En su casa quedó el diploma.
Desde este martes volvió a dormir en una celda. Según fuentes consultadas por PER FIL , fue alojado en la Unidad 28 que funciona en el Palacio de Justicia de Lavalle, un centro de detenidos de tránsito en el que permanecerá hasta ser enviado a un penal de máxima seguridad, su próximo destino. Dos presos de la Unidad Penitenciaria de Coronda grabaron videos con un celular y, a través de un familiar, lo subieron a Youtube para denunciar distintas formas de maltrato que sufren en la prisión.
Con los rostros a medio tapar, los dos internos aseguran que fueron aislados desde hace una semana como castigo y que no reciben alimentos, agua ni elementos para higienizarse.
Luego que la grabación trascendió en la prensa, Lucía Masneri, directora de Relaciones Institucionales del Servicio Penitenciario de Santa Fe, manifestó: “De ninguna manera se plantea desde este ministerio hacer una respuesta o un intercambio con personajes que están cumpliendo una pena y que están haciendo un reclamo extorsivo”.
“El tema central es que se cometió al menos una falta a través de la tenencia de un elemento no permitido”, señaló y agregó que “las medidas disciplinarias ya están en camino; por supuesto que el elemento no debería haber sido ingresado”.
En tanto, el Servicio Público Provincial de Defensa informó que “en cumplimiento de su misión institucional, y para velar por las debidas condiciones de privación de libertad e investigar posibles violaciones de los derechos humanos, la Defensa Pública ha interpuesto sendos hábeas corpus por la causal de agravamiento ilegítimo de las condiciones de detención”.
“Está bien que uno cometió errores y lo estamos pagando. Pero somos seres humanos y no perros para estar así y por eso me dirijo al canal para hacer algo. Si tenemos teléfonos es porque la misma policía los vende a $ 3 mil o $ 4 mil, te venden drogas y faso, lo que quieras”, denuncia Lucas Benítez.
“No tenemos para comer hace como una semana, espero que puedan hacer algo para que nos traten como personas y no como animales”. Acompañado por el interno Martín Cardozo señala: “La policía no nos pasa la comida, no nos pasa agua, nada para higienizarnos, no tenemos agua para tirar al baño, no tenemos nada, ¿me entienden?”. “Hay pibes –continúa– que no tienen para cocinarse, no tienen fuelle, no tiene dónde calentar una pava para tomar mate, para desayunar. Hay pibes que se cortan, se prenden fuego y ustedes creen que la policía o el Servicio Penitenciario se acerca. No, los dejan hasta el final, si aguantan aguantan y si no, te lo sacan medio muerto”, aseguran.
Entre los años 2002 y 2018 fue detenido cuatro veces por distintos delitos