Perfil (Domingo)

Teatro como en el teatro

- LAURA ISOLA

Como en la tragedia, las imágenes y formas de Marcos López se debaten entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Menos como fuerzas rivales –la claridad y la poesía del primero en contra de la intoxicaci­ón y éxtasis de este último–, sino con la potencia artística y el uso estético que Nietzsche les daba a los dos conceptos como fusión necesaria de los impulsos para que se produzca la creación artística. Si bien el filósofo alemán los pensó para el arte dramático y esto puede leerse en El nacimiento de la tragedia (1872), la evocación puede resultar pertinente si, por caso, pensamos que lo que López hace es una arrasadora puesta en escena. Su lugar, entonces, vendría a ser un poco el que escribe con imágenes y objetos la tensión que se puede dar en- tre la claridad y las tinieblas, la civilizaci­ón y la naturaleza. El equilibrio o el frágil balance –según Nietzsche, quien considerab­a a Esquilo y Sófocles como los dos grandes exponentes y el momento más alto de la tragedia–, se rompe con la interpreta­ción de Sócrates. Cuando hace intervenir a la ética y la razón para dilucidar o “resolver” el pacto entre los dioses Apolo y Dionisio. En ese sentido, Marcos López, con notable intuición trágica, no permite una bajada de línea ética, sin por ello prohibir múltiples interpreta­ciones. En el fantástico mundo de Marcos hay lugar para muchos: la familia, la religión, la villa, el Arte (así con mayúsculas), la ciudad, el dinero, el capitalism­o y sus excedentes de una cultura posindustr­ial, la política, el amor.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina