BCRA planea planchar el dólar Siete claves para que la paz cambiaria llegue a octubre
Más oferta de divisas por el superávit comercial y el dinero del FMI, menos pesos en la calle y un tipo de cambio que ya subió 100% alimentan la idea oficial de que “ahora es diferente”.
Buscan que se prolongue el escenario financiero actual y confían en la política financiera y fiscal alineadas.
Superávit, campo, FMI y ahorristas ya dolarizados: antídoto ante posibles temblores como los de los últimos años.
Economistas advierten sobre los riesgos de la volatilidad en los meses previos a las elecciones.
El dólar hace la plancha. En las últimas dos semanas perforó varias veces el piso de la zona de no intervención ante una abundante oferta de divisas provista de inversores –que aprovechan el carry trade– y de exportadores que liquidaron una cosecha récord de trigo. Desde el 10 de enero, el Banco Central compró US$ 390 millones, pero el billete verde duerme una siesta veraniega. En la entidad monetaria están confiados de que la paz cambiaria se mantendrá pese a ser un año electoral teñido de incertidumbre, y a la dolarización típica que se evidencia unos meses antes de la votación. Fuentes de la entidad monetaria pregonan una serie de razones por las cuales fundamentan que “esta vez será diferente”, y que “están dadas las condiciones” para que no se repita el escenario de crisis cambiaria de 2018 porque cuenta con un poder de fuego suficiente. En ese sentido, identificaron siete factores claves:
◆ Hay consistencia fiscal y monetaria. Alegan que ahora las metas del BCRA y del fisco están más alineadas que en el pasado.
◆ En la actualidad el tipo de tenedores de bonos y los fondos que entran en el mercado financiero argentino son “de mejor calidad” que en el pasado, y “más controlables”, ya que se trata de fondos que entran en Leliq vía depósitos y eso hace “el sistema menos volátil”.
◆ Por el nuevo esquema monetario implementado a partir del 1° de octubre que plantea crecimiento cero de la base monetaria hasta junio, hay menos pesos en la calle para que vayan al dólar.
◆ El grueso de los ahorristas ya se dolarizaron durante 2017 y en las corridas de 2018. De hecho, resaltan que en los últimos meses tanto la gente como las empresas están vendiendo mayor cantidad de dólares. Al respecto, el informe de balance cambiario del BCRA difundido en la última semana reflejó en diciembre un récord histórico de ventas del billete verde por US$ 2.130 millones.
◆ El tipo de cambio está alto dado que en 2018 trepó 105%, con lo cual consideran que es menos tentador y accesible para dolarizarse.
◆ Habrá más dólares “genuinos” producto del superávit comercial que rondaría los US$ 7 mil millones. El campo aportará un mayor flujo de divisas por la liquidación de la cosecha gruesa (soja y maíz), si el clima no juega una mala pasada, a diferencia de 2018, cuando golpeó la sequía.
◆ A esa oferta se sumarán los dólares provenientes del FMI que subastará el Tesoro en el mercado a partir de abril por un monto que oscilará entre 7 mil y 10 mil millones, según indicó el secretario de Finanzas, Santiago Bausilli.
El vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañonero, al presentar días atrás el Informe de Política Monetaria, celebró “como una gran noticia” que “el esquema monetario hoy está mostrando que la gente más que escaparse del peso quiere recuperar pesos”. Y vinculó el crecimiento de los depósitos en plazos fijos en pesos al resurgimiento de la confianza en la moneda local. Según un informe de LCG, el stock real de esas colocaciones “creció desde octubre 20%, muy por encima de los años previos”.
En cuanto a la usual dolarización en año electoral, Cañonero evaluó que “gran parte de los sectores económicos argentinos ya tienen los dólares que quisieran tener, y a este tipo de cambio, el ingreso para comprar dólares probablemente no sea tan alto como para explicar una fuerte demanda” de la divisa americana.
De todos modos, consultado acerca de qué antídoto tiene previsto el BCRA si ocurriese que en la cercanía de las elecciones el dólar sigue muy bajo, inferior a la inflación proyectada, y teniendo en cuenta que en ese período se da una mayor dolarización podría pasar que la tasa de interés no sea suficiente para frenar un traslado al billete verde porque se lo perciba barato, Cañonero, en tono risueño, rogó: “Yo les diría que nos dejen disfrutar un poco del período de estabilidad”. Acto seguido, admitió que “siempre hay algo para preocuparse, y nosotros estamos constantemente buscando la forma de reducir cualquier tipo de vulnerabilidad del sistema”.