El ‘gen electoral’ de los argentinos y algún cisne negro internacional, los mayores retos
Los analistas ven riesgos según cuán grande sea la dolarización de las familias y los inversores. Además, prevén temblores en caso de tensión EE.UU. y China. Factor tasas.
A contramano del optimismo oficial, los economistas siembran dudas sobre la perduración de la paz cambiaria. Creen que no se repetirá el escenario de corrida de 2018, pero advierten que acechan riesgos que “tensionarían” esa calma.
El diagnóstico trazado a PERFIL por los economistas Guido Lorenzo (LCG), Martín Vauthier (Eco Go), Matías Rajnerman (Ecolatina), Ramiro Castiñeira (Econométrica), Rodrigo Alvarez, (A naly tica), y Marcos Dal Bianco (BBVA Francés), es que desde mayo o junio el escenario electoral puede “estresar” al tipo de cambio ante una pulseada “reñida” entre dos modelos de país distinto, lo que genera incertidumbre sobre el rumbo económico a partir de 2020.
El otro factor clave es el contexto internacional que este mes es favorable, pero “puede revertirse”. Rajnerma n su mó ot ra c uest ión: “Hay una zona amplia en la que el BCRA no puede intervenir, con lo cual ante las primeras presiones el dólar (hoy debajo del piso de la banda) podría saltar bruscamente hasta un 30%”.
Dolarización. En la Argentina, en los años electorales hay dolarización de carteras. Los economistas coinciden con el Gobierno que en 2018 hubo una alta dolarización (US$27 mil millones) pero refutan: “No hay que subestimar” lo que podría ocurrir por el r iesgo electoral. En LCG calculan una dolarización de US$ 22 mil millones, en BBVA unos US$ 14 mil millones. Miguel Bein recordó que en 2011, año de elecciones presidenciales, “se llevaron US$ 17 mil millones, mientras que en 2015 no fue tanto por el cepo”, y sentenció: “Va a depender de las encuestas electorales si la oferta de dólares alcanzará o no”. Además, sobre el flujo de divisas esperado por la cosecha gruesa, Lorenzo y Rajnerman replicaron que “Hoy los tiempos de venta de las exportaciones y de la liquidación están disociados” con lo cual si los exportadores especulan que el dólar subirá “como no están obligados, pueden preferir no liquidar y retener”.
Elecciones. Dal Bianco prevé que “el apretón monetario logrará que la paz cambiaria siga en los primeros meses, pero en junio la volatilidad sobre el dólar volvería por la dolarización preelectoral”. Alvarez también auguró “una dinámica tranquila hasta mayo, y luego supeditada a las encuestas; los inversores están cautos ante un escenario donde gane el kirchnerismo”. Castiñeira juzgó que “si el kirchnerismo tiene chances de ganar esa paz estará en riesgo, porque esa fuerza política es sinónimo de cepo, y de- fault”. Vauthier condicionó la calma cambiaria a lograr una baja del riesgo país más sostenida”. Y graficó un círculo vicioso: “Para mantener un dólar tranquilo, no pueden bajar la tasa de interés, pero eso afecta la actividad, el consumo, puede impactar en el empleo, lo cual a su vez pega en las encuestas, alienta discursos de campaña contrarios a mercado y al FMI, aumenta la incertidumbre, y sube el riesgo país, por ende, la dolarización de portfolios”. Sin hacer nombres, opinó que eso no suceda, “las encuestas deberían reflejar que gane una alternativa que no implique un cambio en el rumbo de la política económica, que no se va a volver a controles de capitales, a un default”.
Mundo. Lorenzo remarcó que “Argentina es muy dependiente del humor en los mercados internacionales, que jugó a favor en enero, pero se puede dar vuelta por un agravamiento de la guerra comercial entre EE.UU. y China, por decisiones de tasa de la Reserva Federal, o si por ejemplo, Brasil no logra avanzar con reformas anunciadas y aumenta la desconfianza en la región”, lo que podría “exacerbar” la dolarización. En ese sentido, precisó que “hay Lecaps en manos de extranjeros por US$ 4 mil millones, y si se van podría genera un poco de estrés”.