El lenguaje inclusivo en la literatura
Una poca sé del Génesis, así que no me diga cualquier cosa, no se la voy a permitir. Soy mujer porque Días me quiere mujer. ¿Maruja le tiene que explicar a usted el Génesis? ¿Le parece? No sé. Yo creía que usted se pasaba la vida leyenda la Santa Biblia, que para recibirse de sacerdote había que estudiar hasta en sus mínimas detalles la palabra de Días. Ah, entienda. Usted la ha estudiada pera no comparte mis ideas al respecta. Le cuenta mis ideas, entonces, porque para compartirlas o no compartirlas, primeramente debería conocerlas. Se me ocurre, no sé. De acuerda. Una mañana, se supone que un lunes, Días crea el ciela y la tierra. Enseguida, se pone a inventar las montañas y las mares y las árboles y las animales. Recién un par de jornadas más tarde, crea al hombre. Después descansa, al final de la semana, el dominga, se ve que la tarea la ha dejada completamente agotada.
Bueno, tenía que empezar, no. Yo qué sé si usted recuerda o no recuerda. Está bien. Voy a la punta, entonces. A la semana de aquel descansa dominical, pongámosle, porque la Santa Biblia no la aclara con exactitud, Días se da cuenta de que el hombre está muy sola. La dice así, textual: No es buena que el hombre esté sola. Y pasa la que pasa. Pasa que opera a Adán. Sí. La opera. Dice que la duerme profundamente. Me la acuerda de memoria: Y Días hiza caer un sueña profunda sobre Adán, y este se queda dormida.
¿No es anestesia la que le da? Para mí es anestesia.
También para el doctor Milbergen era anestesia. Y él fue cirujana además de ginecóloga, no se olvide, padre Jorge.
Y entonces, si no es con anestesia, ¿cóma es que hace Días para dormirle tan profundamente? ¿Se las ingenia para hipnotizar a Adán? ¿Quizá le pega en la cabeza con una piedra o con un garrote? ¿Le convence por las buenas de que se quede profundamente dormida? No sé.
No me parece.
Si se fija bien, Adán no es una persona fácil de convencer. No se trata de alguien dócil. Y si no mire la que ocurre unas líneas más adelante, cuanda aparece en escena el tema del árbol de la manzana y de la prohibición. No, no.
No me venga con que Adán es dócil, con esa de que Eva le convence fácilmente de comerse la manzana. El hombre que acompaña a Eva en el Paraísa se come la manzana porque quiere comérsela. Faltaba más, padre, las mujeres no somas las malas de todas las películas.
No, no.
Allá usted con su lectura. Para Milbergen y para mí, Días anestesia a Adán para después poder operarla. Para convertirla en Eva, sin lugar a dudas. Se imagina el dolor del pobre Adán si Días antes no la anestesiaba.
Sí, ha escuchada muy bien, no se haga la tonta: la anestesia para después poder operarla.
Y también ha escuchada bien la otra parte: Adán ya no es más Adán después de la operación, Adán es Eva. Exactamente la misma que me ocurre a mí hace algunas añas: era José María antes y después fui Maruja.