Para Lavagna la clave será fidelizar sus votos para evitar las fugas
El sábado de veda electoral, Roberto Lavagna pasó el día rodeado de sus tres hijos y sus nietos y nietas, en la chacra La Cló que el economista tiene en Marcos Paz, Cañuelas. Desde su entorno aseguraron que sería un día de tranquilidad, tiempo con sus nietos y un poco más dedicado a su hobby preferido: arreglar las plantas de su retiro bucólico.
En ese mismo lugar, el último fin de semana de mayo había reunido Lavagna a su equipo más cercano para definir la conformación de una “tercera vía” luego de la fuga acelerada de referentes hacia los dos polos que amenazan con acaparar la elección. En sus últimas intervenciones públicas el candidato, que comparte fórmula con el gobernador Juan Manuel Urtubey, intentó mantener viva la esperanza de que las PASO dejarán abierto el camino para un tercero en discordia, pese a lo que auguraban los últimos sondeos difundidos.
El desafío de hoy será el de, como mínimo, quedar lejos del resto de los candidatos que buscan romper la polarización. Cómo máxima, introducir una cuña en la pelea entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. Su principal argumento ha sido la idea de “llevar plata al bolsillo de la gente” y reactivar la economía, un argumento que respaldó con su experiencia como el ministro que comandó la importante reactivación de la economía que ocurrió tras la crisis de 2001 en los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor