El chavismo estudia adelantar las elecciones parlamentarias
El número dos del régimen creó una comisión para evaluar la convocatoria anticipada de los comicios. Dilema opositor.
La posibilidad de adelantar las elecciones legislativas en Venezuela es la nueva carta del chavismo para intentar debilitar y presionar a la oposición en la mesa de diálogo, ante el fracaso por quitarse de encima las sanciones de Estados Unidos.
Diosdado Cabello, jefe de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), designó una comisión que evaluará convocar los comicios a comienzos de 2020, un año antes de que termine el período del actual Parlamento.
La maniobra llega luego de que Washington impusiera el 5 de agosto severas sanciones al gobierno de Nicolás Maduro, quien congeló las conversaciones en las que media Noruega, culpando a sus adversarios de auspiciar la presión.
La oposición –liderada por Juan Guaidó, presidente del Parlamento y reconocido como gobernante encargado por medio centenar de países– exige elecciones presidenciales, a lo que Maduro se niega públicamente.
“Maduro se levanta de la mesa porque tenía la ilusión de que a través de la oposición podía buscar un alivio a las sanciones”, señaló el politólogo Luis Salamanca.
“Pero no lo logró, más bien le dieron unas sanciones redobladas” y “anularlas no depende de la oposición sino de quien las emite”, añadió.
Washington bloqueó activos de Venezuela en ese país y amenazó con sancionar a empresas que negocien con el gobierno de Maduro, al que asfixia con un embargo petrolero desde abril.
El chavismo aprovecha así el posible llamado a parlamentarias para aumentar su capacidad de negociación. Cualquier convocatoria electoral es controvertida para una oposición que considera ilegítimo a Maduro.
“Tienes algo más que te protege en esa negociación”, comentó Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos.
Cabello, número dos del chavismo y sancionado por Estados Unidos, busca también un lugar en la mesa de diálogo de Barbados, donde no se siente representado.
“Cuando no estás en una negociación puedes ser objeto de negociación, te pueden negociar”, agrega. Cabello plantea un diálogo directo con Washington, que lo señala de narcotraficante.
¿Voto o abstención? El Parlamento actual fue electo en 2015 y su mandato se extiende hasta el 5 de enero de 2021.
En la práctica, está atado de manos: la Justicia lo declaró en desacato y la ANC ha asumido muchas de sus competencias, además de ordenar el procesamiento penal de una veintena de diputados por delitos como traición a la patria.
Sin embargo, “esta Asamblea que se consideraba muerta, de repente resucitó como un contrapoder que le disputa a Maduro el poder legítimo de Venezuela” con Guaidó a la cabeza, indicó Salamanca.
¿Qué hacer si en 2020 hay elecciones sin las garantías que reclaman los opositores?
La oposición quedaría en una encrucijada entre votar en condiciones adversas con Guaidó al frente, o abandonar el único poder que controla.
Los opositores desconocen a la autoridad electoral, a la que acusa de estar alineada con el gobierno.
“Es una soga que se puso la propia oposición en el cuello porque el argumento durante este año es que si no hay cese de usurpación aquí no puede ocurrir nada más”, dijo Seijas.
Para Salamanca, si Guaidó decide participar aprovechando su popularidad y liderazgo, que ha logrado aglutinar a los principales partidos, “la oposición ganaría”.
Pero si el dirigente no lo hace y se impone nuevamente la estrategia de abstención, “la fractura (opositora) puede ser mayor”, advierte.
La oposición se enfrentaría al riesgo de una fractura si decide abstenerse