Diputados denuncian deriva autoritaria de Erdogan en Turquía
De gira por Argentina, Uruguay, Brasil y Chile, los diputados de la Asamblea Nacional de Turquía Ebru Günay y Garó Paylán denunciaron la deriva autoritaria del presidente Recep Tayyip Erdogan, al que acusaron de “silenciar a periodistas, universitarios y activistas por los derechos humanos”, tras sofocar un intento de golpe de Estado en su contra en 2016. Militantes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), los dos dirigentes representan a pueblos con históricas reivindicaciones en la región: Günay es de origen kurdo y Paylán de origen armenio.
“Vinimos a exponer la problemática que hay en Turquía en relación a la democracia. El país vive un oscuro invierno”, aseveró Paylán en diálogo con PERFIL. Su agrupación está integrada por kurdos, armenios, árabes, militantes de izquierda y otras minorías, entre ellas el colectivo LGTB. “Erdogan se benefició con el golpe, dijo que era un regalo de Dios y encarceló a los opositores”, agregó.
Con una economía en crisis por la recesión y la devaluación de la lira turca, que en 2018 se depreció un 40%, los tiempos políticos parecen soplar en otra dirección, tras 16 años de gobierno del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan. En las elecciones municipales de 2019, el régimen sufrió un duro golpe, al ser derrotado en doce de las principales ciudades del país, entre ellas Estambul, donde el oficialismo denunció irregularidades en el recuento de los votos y volvió a sufrir una derrota en la repetición de los comicios. “Si pierde Estambul también pueden perder el país. Nuestra estrategia generó una esperanza en Turquía: Erdogan también puede debilitarse”, declaró Günay, que fue abogada del líder kurdo Abdullah Öcalán, presidente del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) condenado por la Justicia turca a cadena perpetua por terrorismo y separatismo armado.
“El problema fundamental en Turquía es la solución de la cuestión kurda. Hay más de 20 millones de kurdos que esperan una solución. Si no la hay, ningún otro problema de Turquía podrá resolverse”, opinó, al tiempo que denunció que el régimen de Erdogan “tiene kurdofobia”.
Paylán, por su parte, reclamó que el Parlamento turco reconozca el genocidio armenio: “Si eso no sucede, nunca habrá Justicia. Si persiste la impunidad es posible que suceda un nuevo genocidio. Lo que sucedió con los armenios 105 años atrás, puede hoy repetirse con los kurdos”.
Según el dirigente opositor, hay tres actores principales que se disputan el poder en Turquía: los seguidores de Mustafá Kemal “Atatürk”, fundador de la República; los del clérigo Fethullah Gülen, ex aliado de Erdogan asilado en Estados Unidos; y la facción del presidente. “Ninguno de ellos respeta la democracia. Erdogan está convencido de que el poder está en sus manos. Pero la verdadera fuerza está en las manos de los militares y los nacionalistas”, alertó Paylán.