Palimpsesto de culturas
años de Lula da Silva en el poder, el impeachment a Dilma Rousseff y las primeras escenas del gobierno del ultraderechista Bolsonaro.
“El libro fue escrito a lo largo de los últimos cuatro años –cuenta Garramuño, que investiga sobre cultura brasileña desde hace muchos años–. Mientras lo escribía, Brasil se veía envuelto en una serie de acontecimientos dramáticos: el impeachment a la presidenta Rousseff, los desastres ambientales que están cambiando radicalmente su paisaje, la pérdida irreparable de gran cantidad de artefactos culturales que se fueron con el incendio del Museo Nacional, el giro a la extrema derecha representado por el gobierno de Bolsonaro”. Garramuño, que también es autora de Modernidades primitivas. Tango, samba y nación (Fondo de Cultura Económica), viajó varias veces a Brasil durante la escritura de su nuevo libro y fue testigo directo de esas transformaciones. “Esa cultura en movimiento se estremecía ante mis ojos –detalla–. Cierta urgencia se apoderó del libro, de los editores y de mí misma”.
El sello Marea se puso al día con la cuestión brasileña con Bolsonaro. La democracia de Brasil en peligro, un estudio del investigador Ariel Goldstein. Doctor en Ciencias Sociales por la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA e investigador asistente del Conicet en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe, Goldstein intenta responder en su trabajo un interrogante generalizado: ¿cómo fue posible que un candidato que ocupaba un lugar marginal en la política brasileña hasta 2016 llegara a la presidencia de la República?
“Evalúo la construcción de la original alianza que lo catapultó al poder, conformada por ruralistas, evangélicos, militares y economistas neoliberales –dice el autor–. Cada uno de esos grupos tenía motivos particulares para rechazar al candidato del PT, Fernando Haddad. Bolsonaro aprovechó la potencialidad electoral de esa alianza mientras la izquierda miraba para otro lado, desorientada por la prisión de Lula. Esa alianza llegó para quedarse, tiene vida más allá de Bolsonaro, aunque hoy encuentre su expresión en el presidente de la República”. Goldstein, que publicó asimismo Prensa tradicional liderazgos populares en Brasil (A Contracorriente), señala que el líder machista y homofóbico que gobierna Brasil está sintonizado con una marea de extrema derecha
yBrasil, por su extensión casi continental y por la diversidad de pueblos que a lo largo de la historia lo habitaron y fueron mezclándose y adoptando y transformando rasgos de las culturas de los pueblos que llegaron o fueron forzados a habitar el país –como los esclavos africanos–, acaso sea uno de los países donde esa diversidad fue acuñando con mayor intensidad un verdadero palimpsesto de culturas, donde se superponen –a menudo sin poder distinguirse unas de las otras, otras veces con una violencia espeluznante– fragmentos de culturas de origen étnico (afrobrasileño,
portugués, global que va desde Estados Unidos con Donald Trump hasta Hungría con Viktor Orbán, mandatarios admirados por el presidente de Brasil y sus acólitos. “Esto representa un gran cambio en la política exterior de Itamaraty”, advierte el especialista.
Por último, se puede sumar a una biblioteca brasileña, siempre en desarrollo, el flamante Lula y la izquierda del siglo XXI. Neoliberalismo y posneoliberalismo yanomami, kaingang, nambikwara, árabe, japonés) o social (culturas regionales, de favelados, juvenil, etcétera). La cultura del Brasil ejerce una fascinación muy importante para los argentinos: la música, las artes y la literatura brasileñas parecen devolvernos una suerte de espejo invertido y agigantado en el que líneas de nuestro pasado y de nuestro futuro se intersectan y adquieren una visibilidad que no tiene tanta intensidad cuando es vista desde las culturas argentinas.
nen Brasil y América Latina (Colihue), de Emir Sader. Con el foco puesto en Lula da Silva, el autor analiza la emergencia y el ocaso de varios líderes latinoamericanos asociados con la clase obrera y las luchas de la izquierda latinoamericana. Además de ser reconocido por su música, las playas celestiales y el fútbol bien jugado, “el país del futuro” según Stefan Zweig aviva sus contrastes y despierta grandes expectativas.
n