EXPERIENCIAS
EDUCACIÓN Y POBREZA
Julia Hermida investiga el desarrollo cognitivo infantil en contextos de vulnerabilidad social. A partir de su análisis plantea intervenciones educativas para mejorar los aprendizajes. Desde 2018 trabaja con un proyecto en dos jardines de infantes de Hurlingham con el fin de aplicar un programa para la enseñanza de la programación informática. Su objetivo es implementar nociones de programación y de robótica desde edades tempranas.
“La experiencia de investigar en la UNAHUR es buena, acá estás más en contacto con el territorio, en mi caso, como estudio poblaciones con vulnerabilidad social, estoy más cerca que haciéndolo en la Capital”, destaca la doctora en Psicología (UBA), Julia Hermida, que este año logró ingresar al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
TECNOLOGÍAS Y MATEMÁTICA EN EL AULA
Mariana Pérez mantiene dos líneas de investigación, la primera se orienta a resolver sistemas de ecuaciones polinomiales utilizando la geometría y el álgebra, y la segunda analiza el impacto de las nuevas tecnologías en el área de matemática en escuelas secundarias de Hurlingham. Recientemente, escribió Álgebra lineal, un libro editado por la UNAHUR que será utilizado por docentes del Instituto de Tecnología e Ingeniería.
“Hacemos encuestas con los estudiantes y los docentes para ver qué uso le dan a las computadoras en el área de matemática, por ejemplo, geogebra. En una segunda etapa queremos trabajar con los docentes y armar un material y secuencias didácticas”, explica la doctora en Matemática (UBA), Mariana Pérez, que también es investigadora del CONICET gracias a sus estudios sobre álgebra computacional.
OTRAS LENGUAS, OTRAS CULTURAS
Santiago Durante investiga sobre la sintaxis y el discurso en comunidades originarias de América Latina. También analiza la vinculación de las lenguas con el territorio en los procesos de migración urbana. Su proyecto apunta a indagar la presencia de las lenguas americanas en la escuela secundaria en el distrito de Hurlingham.
“Los migrantes que llegan a Buenos Aires tienen que acallar su bagaje linguístico para integrarse a una sociedad que se les presenta opresiva. Nadie dudaría que es un valor hablar inglés, pero puede considerarse que es un disvalor hablar guaraní. Hay una estigmatización allí, entonces, el rol del investigador debe ser generar las condiciones para una sociedad más justa”, afirma el doctor en Letras (UBA), Santiago Durante, que también ha realizado un posdoctorado en etnolingüística. Su objeto de análisis es la gramática del ayoreo, una lengua hablada por comunidades de Paraguay y Bolivia.
MEJORAR LOS ALIMENTOS Y CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE
Matías Garavaglia está a cargo del laboratorio de bioinsumos, un espacio que empezará a funcionar próximamente en la institución en articulación con el INTA, la Biofábrica UNAHUR y el laboratorio de microbiología del suelo dependiente de la Universidad Nacional de Quilmes.
El laboratorio de bioinsumos tiene el objetivo de producir inoculantes biológicos para aportar a los productores de hortalizas de la región una alternativa sustentable al uso de pesticidas o agroquímicos.
“El proyecto tiene tres impactos en el territorio. El primero es reducir los costos de los productores, el segundo es mejorar los rendimientos y abaratar los productos, y el tercero es cuidar el medio ambiente”, detalla Garavaglia, doctor en Ciencias Biológicas (UNQUI).