Prevén un año más de recesión
Recién hacia fin de 2020 habría reactivación leve
Los datos de la economía post PASO muestran que la actividad bajó otro escalón, y hacen que los analistas proyecten un efecto crisis prolongado, gane quien gane. El peso de la deuda y el rebote posible.
Los datos económicos difundidos la última semana reflejaron que tras las PASO, el salto del dólar de $ 45 a $ 60, el rebrote inflacionario y la suba de las tasas borraron de un plumazo la tenue recuperación de la economía insinuada en julio, con un crecimiento de 1,2% contra junio. “Fue en un contexto de calma cambiaria y algo de recomposición de los ingresos, pero es otro país ahora”, graficó Melisa Sala, de LCG. Y los costos del cepo y el reperfilamiento de la deuda no auguran buenos resultados en materia de inversión. En la transición electoral, la recesión se acentuó. Las consultoras corrigieron a la baja sus proyecciones para el año, y calculan una contracción de 2,5% a 3,5%. El economista Matías Carugati planteó que “el panorama se complicó tanto que ya no se prevé una recuperación en 2020”. Los pronósticos ahora van de una retracción de 1% a 3,8%, debido al arrastre negativo que dejará 2019 cercano al 3%. Así, por primera vez desde la crisis de 2001, habrá tres años seguidos de derrumbe del PBI, ya que en 2018 había caído 2,5%. Recién en 2021 los analistas vislumbran un crecimiento, o más bien un rebote, favorecido por la baja base de comparación. En ACM lo estiman en 2,5%.
Deterioro.
Según el Indec, la actividad industrial cayó en agosto 2,8% contra julio, y un 6,4% interanual, y la construcción bajó 5,9% interanual, pero subió 0,4% en la variación intermensual. La consultora Ferreres estimó que la economía descendió en agosto 1,5% frente a julio. Delphos advirtió además que la recaudación de septiembre con “una merma real de casi 10% estaría mostrando un nuevo colapso de la actividad económica, el primer dato lo tenemos en el sector automotor, donde los patentamientos en septiembre bajaron 19% contra agosto”. Fausto Spotorno, de Ferreres, evaluó que tras las PASO “se descalabró todo porque Macri tenía crédito internacional, pero ganó Alberto Fernández, y como el mercado no le tiene confianza, se disparó el tipo de cambio y la inflación, y la recuperación pasó a ser insostenible”. ¿Hasta cuándo? La incógnita es cuándo se detendrá la caída, y dará vuelta el rumbo. Emmanuel Alvarez Agis, referente económico del albertismo, afirmó en declaraciones radiales que si Fernández “hace todo perfecto, la economía se puede estabilizar en el cuarto trimestre de 2020” y mencionó tres desafíos: reperfilar la deuda sin defaultear, acordar con el FMI, y un amplio acuerdo de precios y salarios. “Si el presidente logra estas cosas en tres trimestres, es un fenómeno” porque “requiere un consenso muy alto”, admitió. Sala dijo a PERFIL que el piso de la actividad económica “se tocará en la próxima gestión, según nuestra proyección sería durante el primer trimestre” pero aclaró que “en qué momento deja de caer dependerá de las señales que dé el nuevo presidente”. Martín Vauthier, de Eco Go, avizora que “en el segundo trimestre de 2020 si el plan de estabilización sale bien, podría verse el piso, y en el segundo semestre pegar la vuelta”. Matías Rajnerman, de Ecolatina, coincidió en que “el piso de la actividad le tocará a Alberto si gana las elecciones” y dar vuelta la trayectoria “dependerá de lo que pase en los primeros meses con el tema de la deuda y los mercados; si logra refinanciarla, podríamos ver en el tercer trimestre de 2020 señales positivas”. Juan Pablo Di Iorio, de ACM, también vinculó un eventual rebote a solucionar el problema de la deuda: “Mientras ese tema no se resuelva no hay posibilidad de que las expectativas cambien y se toque un piso; cuanto más rápido sea la renegociación, mejor será la reinicia
ción de la actividad”. En base “a lo que duraría esa negociación, podría tocarse un piso a mediados de año, y comenzar una mejoría para finales de 2020”. Spotorno opinó que “si el programa económico es razonable, o sea, continuar con el ajuste fiscal y reestructurar deuda, a lo mejor en la segunda parte del año toca un piso y empieza a estabilizarse”. Carugati analizó que “en 2020 no hay márgenes de maniobra disponibles como para empezar a enderezar la actividad, porque cualquier impulso fiscal necesita financiamiento, y hoy el mercado está cerrado. Tal vez pueda haber algún indicio de rebote sobre la segunda mitad de 2020 o en el último trimestre, pero dependerá si vamos a un default o no, si la reestructuración es amistosa o más fuerte, qué pasará con la inflación”. Todos los analistas consensuaron que la recuperación “será más lenta” en relación con la salida de las últimas recesiones. Di Iorio comparó que “en las anteriores recesiones había mejores condiciones externas y precios internacionales de commodities que permitieron una recuperación más rápida”. Un informe de Broda planteó que “el mandato de Macri termina con una recesión más severa que las últimas tres, donde la caída del consumo privado fue la más profunda de todas las recesiones”.