Por razones de fuerza mayor
C. E. Feiling (1961-1993) publicó algunas de sus mejores colaboraciones para el periodismo cultural como Eduardo Gleeson. “Su segundo nombre era Eduardo/Edward; el apellido es el de su madre, que se llama Elsa Gleeson. El seudónimo surgió para que trabajara en Primer Plano”, recuerda Gabriela Esquivada, que editaba ese suplemento en el diario Página/12 junto con Tomás Eloy Martínez.
La adopción del seudónimo estuvo vinculada con la molestia de Osvaldo Soriano –firma privilegiada en Página/12– ante la reseña que Feiling había publicado de su novela Una sombra ya pronto serás en el número 22 de la revista Babel (marzo de 1991). Feiling definió entonces al libro como “el equivalente cultural de la política menemista”. “¿Qué pasa en la novela de Soriano? –se preguntó en medio de una lectura tan minuciosa como demoledora–. Simplemente, nada que no sea esperable o se aparte mucho del golpe bajo. (…) Soriano cree que con exagerar los rasgos de decadencia del país, los apagones, la privatización, el crecimiento de la economía informal, logra pintar con colores indelebles la Argentina de 1990. De hecho, solo consigue guiñarles el ojo a lectores ávidos de reconocerse, sin permitirles siquiera la distancia necesaria para una reflexión. No hay lugar común ni estereotipo que escape a la máquina narrativa”.
Con ese antecedente, objetado como colaboraTomás empezó con Primer inútilmente –recuerda Gariano estaba ofendido más razonamiento, o de recoa la libertad de expresión, de debate de la crítica. Eso cuando yo trabael suplemento, y luego lo para agradecérselo, aunesa gestión, y se encontrareunión salió el chiste del el nombre de Feiling fue dor del diario. “Cuando Plano habló con Soriano briela Esquivada–. Soriano allá de posibilidades de nocerle a otro el derecho por no hablar del sentido me dijo Tomás en su momento, jaba como redactora en sostuvo. Charlie lo llamó que no le había pedido ron y supongo que de esa seudónimo”.
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