El atacante de París tenía un móvil terrorista, según la fiscalía
Las autoriades francesas revelaron ayer que el funcionario de la Policía que asesinó a cuatro compañeros e hirió a otro el jueves en la jefatura de París se había radicalizado tras convertirse al islam hace una década, estaba en contacto con movimientos extremistas y había planeado su ataque. El fiscal antiterrorista Jean François Ricard señaló en una conferencia de prensa que Mickael H., de 45 años, compró esa misma mañana en una tienda cercana dos cuchillos, uno de ellos de 33 centímetros, y logró introducirlos en la Prefectura, tras lo cual perpetró con extrema violencia sus ataques hasta que fue abatido. El informático intercambió ese día hasta 33 mensajes de carácter exclusivamente religioso con su mujer, cuya detención fue prolongada hoy por las autoridades. El funcionario, de 45 años y empleado en el servicio técnico de la Dirección de Inteligencia de la Prefectura de la Policía (DRPP) desde 2003, al parecer tenía “una visión radical del islam”. Convertido al islam hace una “decena de años”, estaba en contacto “con individuos susceptibles de pertenecer al movimiento islamista salafista”, afirmó Ricard. Las investigaciones preliminares revelaron que el hombre había aprobado “algunos abusos cometidos en nombre de esa religión” y expresado “su deseo de interrumpir ciertos contactos con mujeres”. Además, habría justificado el ataque contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo en 2015. Si bien no tenía antecedes penales, había sido investigado por violencia conyugal en 2009. Esos indicios, sin embargo, pasaron desapercibidos en la investigación supuestamente exhaustiva a la que se somete a los agentes que tienen acceso a “secretos de defensa”.
Plan. El estudio de su celular también acreditó la premeditación del ataque. “Durante una conversación con su esposa, el autor de los hechos realizó declaraciones con una connotación exclusivamente religiosa que terminaban con estas dos expresiones: ‘Allahu akbar’ y luego ‘sigue a nuestro amado profeta, Mahoma, y medita el Corán’”, explicó el fiscal. Según testigos de su entorno, Mickael habría hecho “declaraciones similares durante la noche”. Las revelaciones encendieron una gran polémica, con reclamos de la oposición a que renuncie el ministro del Interior, Christophe Castaner, quien había asegurado en un primer momento que el individuo no mostraba señales de radicalización. Debido al carácter premeditado del ataque, la voluntad de morir de su autor, la naturaleza de los hechos y su radicalización, la Fiscalía inició una investigación por “asesinato y tentativa de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública con fines terroristas”, así como de asociación criminal terrorista.