Las elecciones serían a mediados de marzo de 2020
El gobierno que encabeza la autoproclamada presidenta boliviana Jeanine Añez estima que podrá convocar la primera vuelta de las próximas elecciones presidenciales, tal como la autorizó una ley del Congreso, a mediados de marzo de 2020.
El ministro de Presidencia, Jerjes Justiniano, advirtió que la fecha definitiva de los comicios se fijará después de que se haya establecido un plazo para la elección de las personas que conformarán el Tribunal Supremo Electoral (TSE). “Vamos a contar más o menos desde el 23 de diciembre, a partir de ahí tenemos cuatro meses, hasta el 23 de abril, para concluir con el proceso”, dijo Justiniano.
El ministro precisó que “dentro de esos 120 días tiene que llevarse a cabo la primera vuelta, la segunda, si hubiera, el cómputo final y prácticamente la emisión de las credenciales a los diputados y senadores. Eso significa que, más o menos, a mediados de marzo vamos a tener las elecciones en primera vuelta. Con acuerdo de todos los partidos, el Congreso aprobó la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de las elecciones, que prevé que ni Evo Morales ni su ex vicepresidente, Alvaro García Linera, podrán ser candidatos, y que fue promulgada por Añez el domingo pasado. Actualmente, hay establecido un plazo de 20 días para elegir a las nuevas autoridades del TSE y las instancias departamentales. Dos días después de tomar posesión estas autoridades, debe lanzarse la convocatoria a los nuevos comicios. El proceso debe desarrollarse en 120 días. “El país quiere emitir de una vez por todas su opinión, decidir quién va a ser el próximo presidente de los bolivianos”, agregó Justiniano.
La crisis política se desató tras las elecciones del 20 de octubre, en las que Morales proclamó su victoria pero la oposición denunció un “fraude gigantesco”.
Tras una “sugerencia” del mando militar, y en medio de violentas protestas callejeras, Morales dimitió el 10 de noviembre y huyó a México. Añez, segunda vicepresidenta del Senado, se proclamó presidenta interina para llenar el vacío de poder. Ni Morales ni sus seguidores reconocen a Añez porque consideran que su estancia en el Palacio Quemado es fruto de un “golpe de Estado”, aunque la bancada de su partido, el Movimiento al Socialismo, votó a favor de la convocatoria a nuevas elecciones que proscribe su candidatura.
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