Ideas líquidas
Autor: Adrián Dárgelos Género: poemas Editorial: Sigilo, $ 450
Jarvis Cocker, líder de Pulp, afirma en su libro
Madre, hermano, amante: “Siempre he tenido una tremenda aversión por el modo en que se suelen transcribir las letras, generalmente para que parezcan poesía. Las letras no son poesía: son las palabras de una canción”. En el libro debut de Adrián Dárgelos (Adrián Rodríguez), cantante y compositor de Babasónicos, esa diferenciación puede notarse desde el inicio.
Avido lector, la llegada de Oferta de sombras viene a saciar una demanda silenciosa pero insistente por conocer más sobre su mirada literaria. “Siempre hay un costo detrás de la maravilla”, puede leerse en el primer poema del libro, como una parcelación que guiará al lector en el recorrido propuesto. Luego se afirma: “La vida es larga porque debería servir para algo,/ algo como deshacer conductas, destrozar certezas,/ volvernos más libres, quebrar la matriz/ que la personalidad usó para atraparnos”. La lucha contra el sentido común, contra lo masticado y digerido para un consumo pasivo, empieza a plantearse de lleno.
El espíritu provocador que caracteriza tanto a Babasónicos como a Dárgelos tiene su correlato en este libro, donde el verso libre sirve de motor para poemas en los que hay una postura clara, sin por eso clausurar el debate. En un contexto de “ideas líquidas pudriéndose al sol”, tal como se plantea, alimentar la mirada crítica es apostar por la independencia como resistencia. La paciencia con la que se trabaja lo profundo es el núcleo duro que caracteriza al conjunto. En esa intención de “educar la espera”, en palabras del autor, se encuentra una postura ética y estética ante el contexto inmediato.
A esta altura ya hay que ser claros: quienes busquen canciones de Babasónicos sin música, van a decepcionarse. La propuesta es otra. En el poema Ir de cuerpo, volver de alma se encuentra el manifiesto poético del autor: arreglar el silencio que otros rompen, entretenerse buscando, dejar atrás verdades inútiles, abandonar la nostalgia y aconsejar la broma, son algunas de las pretensiones de alguien que mudó de piel y de voz, pero no de programa.