Violadores vuelven a prisión
Se trata de excarcelados por la pandemia.
El coronavirus permitió que algunos detenidos volvieran a sus casas para descomprimir las cárceles. Pero entre ellos recibieron la prisión domiciliaria acusados de un delito grave: abuso sexual. La presión social y los escraches hicieron que algunos de ellos regresaran a prisión.
El otorgamiento de la prisión domiciliaria para los presos que integraran los grupos de riesgo fue una de las medidas que se tomaron para evitar la expansión del virus intramuros. Aunque los que iban a acceder a esta modalidad debían ser detenidos por delitos leves. Pero no en todos los casos fue así.
La excarcelación de Néstor Ibars es un ejemplo de ello. El hombre fue condenado a siete años de prisión en 2015 por abusar de una joven con retraso madurativo y a principio de abril fue excarcelado. El juez Claudio Brun, del Juzgado de Ejecución Penal Nº 1 de Bahía Blanca le otorgó el beneficio.
Pero volvió sobre sus pasos y lo envió de nuevo a prisión. Se dio justo cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, anunció que iba a pedir el juicio político a tres jueces por las excarcelaciones por la pandemia. Entre ellos está Brun. “Hoy (por el lunes último) presentamos de manera electrónica el Jury a Claudio Brun, porque a pesar de haber retrotraído la liberación de Néstor Ibars, nuestra tarea es defender a todas las víctimas que no se pueden defender y porque en este caso, hay una gran cantidad de liberaciones y de delitos muy graves”, expresó el legislador Pablo Garate a cargo del pedido de juicio político. El magistrado firmó la excarcelación de otros 11 detenidos, entre ellos cuatro abusadores sexuales.
Aníbal Larrea (63) también había obtenido el beneficio de prisión. El argumento para ello fue que había pasado más de una década de los hechos y que las víctimas ya habían cumplido la mayoría de edad, entre otros puntos. Al parecer, el coronavirus fue solo el marco que permitió el otorgamiento del beneficio.
Luego de la apelación de la fiscal del caso, los camaristas de San Martín Sergio
“Hablamos de que hay un violador suelto otra vez”, se quejó una de las víctimas
Pilarche y Javier Mariani revocaron el fallo del juez Anibal Bellagio, que había ordenado la excarcelación de Larrea. Los magistrados criticaron la decisión y destacaron que el imputado fue beneficiado con domiciliaria pese a no formar parte del grupo de riesgo de coronavirus.
En Misiones también se dio marcha atrás con la domiciliaria a un violador. Fue el caso del empresario Carlos Dalmasso, quien tuvo que regresar a la cárcel luego de que acondicionaran un espacio en un penal para alojarlos.
Dalmasso había sido condenado en 2013 por abusar de sus dos hijos. Y su salida de prisión (junto a otros 11 detenidos) había generado un gran repudio entre los vecinos y la madre de las víctimas. “Hablamos de que hay un violador suelto otra vez y que puede pensar tranquilamente qué hacer, buscar venganza, es un perverso, lo dijo la Justicia”, se quejó la madre de las víctimas. La presión social fue importante para retrotraer la medida. Entonces, el Tribunal Penal N°1 de Eldorado dio marcha atrás con la decisión luego de que el Servicio Penitenciario de la provincia acondicionara un espacio para albergar a los internos de riesgo por el coronavirus.
“Los 12 ya están en el establecimiento, con lo cual, queda más que demostrado que volvieron a apegarse a la ley. Fueron buscados en sus domicilios, estaban allí, ahora van a cumplir el período de aislamiento de 14 días, separados de la población, en un lugar que fue preparado para el efecto por el Servicio Penitenciario Provincial”, afirmó Atilio León, presidente del Tribunal Penal de Eldorado, a la radio misionera FM República.
En Neuquén, el condenado por abuso sexual Julio Quilodrán (70) también tuvo que volver a prisión luego de que los vecinos denunciaran que había violado la domiciliaria dos veces, informó Cutral Có al Instante. El hombre había logrado el beneficio en el contexto del coronavirus por su edad y había sufrido un escrache en la puerta de su casa en el barrio Aeroparque. Con aerosol blanco le pintaron “violador” en el frente de la propiedad.
La presión social también influyó en el lugar de alojamiento de otro acusado de violación. Fueron los distintos escraches los que hicieron que Pedro Olmos (68) vuelva a estar tras las rejas. Pero lo paradójico de este caso es que no fue porque le revocaron la domiciliaria que le habían concedido sino que fue por su seguridad.
El 4 de abril, Olmos fue excarcelado. El caso fue masivamente repudiado porque el acusado (que será juzgado en un juicio abreviado) fue a cumplir el arresto domiciliario al lado de la casa de la víctima, una nena de 13 años, en la localidad bonaerense de Burzaco.
El sábado pasado un patrullero llegó hasta la propiedad y se llevó a Olmos hasta una comisaría de Malvinas Argentinas, en el municipio de Almirante Brown. Es que los vecinos lo habían escrachado y amenazaban con prenderle fuego la casa. “Olmos pidió volver a la comisaría porque hubo incidentes con los vecinos. Ahora aportó otro domicilio de un familiar en La Plata para trasladarse. El juez de Garantías de Lomas tiene que definir si da lugar al pedido y cambia de domicilio o le revoca la domiciliaria como pretendemos nosotros”, había explicado a Perfil el abogado de la menor, Gastón Santilli.
Los escraches y el malestar de la sociedad por la excarcelación de estos presos con delitos graves hicieron que se revirtiera la medida y volvieran tras las rejas.