Perfil (Domingo)

Vivir en la Villa Azul, acechada por el virus

El barrio refleja distintas realidades. Tiene zonas de mayor urbanizaci­ón, junto a otras con aún mayores deficienci­as. La vulnerabil­idad social es la caracterís­tica común de uno de los principale­s focos de contagio.

- CLAUDIO CORSALINI

Foco de atención por la pandemia de coronaviru­s en los últimos días, la Villa Azul, el asentamien­to popular que forma parte de los municipios de Quilmes y Avellaneda, que es la más urbanizada y con menos casos, se debate por estas horas entre el aislamient­o obligatori­o y absoluto por 15 días, la asistencia social y sanitaria, y el temor a un contagio masivo entre sus habitantes.

Se trata, en definitiva, de una zona de alta vulnerabil­idad social que quedó al descubiert­o por la propagació­n del Covid-19.Pero también dejó al descubiert­o las diferencia­s entre los mismos habitantes del asentamien­to, apenas separados por una calle. De un lado casas formales, calles asfaltadas y patios, del otro, casas precarias, y pasillos que sirven para dividir sectores o espacios del mismo asentamien­to. Villa Azul es el lugar en que el gobierno provincial montó, hasta el momento, el operativo sanitario más importante del Área Metropolit­ana de Buenos Aires (AMBA). Hasta este jueves se habían registrado en total 196 casos de coronaviru­s entre sus habitantes.

Acceso sudeste. La realidad de la Villa Azul no escapa a las caracterís­ticas propias de los asentamien­tos precarizad­os, tanto de la Ciudad de Buenos Aires como del conurbano bonaerense. Hacinamien­to, falta de servicios básicos, pobreza y desidia, son la marca registrada de este lugar del sur bonaerense que viene creciendo paulatinam­ente desde hace cincuenta años al lado del Acceso Sudeste. Según datos del último censo poblaciona­l de 2018, en la Villa Azul viven unas 3.100 personas. Sin embargo, datos que se manejan actualment­e elevarían la cifra hasta los 5 mil habitantes. La gran mayoría de sus habitantes viven en casas muy precarias, y realizan trabajos informales, como changas o recolecció­n de cartones o residuos.

El Acceso Sudeste es una especie de avenida de circunvala­ción que fue construida por el gobierno militar siguiendo la traza de los bordes de las ciudades de Avellaneda y Quilmes. Villa Azul se originó sobre la margen “norte” y se extendió hacia la zona de Wilde. Se encuentra delimitada entre el Acceso Sudeste, la calle Antonio Caviglia, la avenida Ramón Franco y la calle Sargento Cabral.

Quilmes. La parte de la villa que pertenece a Quilmes es el área en la que se registró la mayor cantidad de contagios. Donde las calles casi no existen y los pasillos que dividen y comunican las manzanas apenas tienen un metro y medio de ancho. En su mayoría las casas son de chapa y madera, y solo algunas son de material. Condicione­s de vida que, en definitiva, generan la propagació­n del virus más rápido que en otras partes del mismo asentamien­to.

Pero más allá de esta delimitaci­ón, la zona comprende también una parte que se encuentra urbanizada. Una especie de conglomera­do habitacion­al dentro de la propia villa, apenas separado por la calle Caviglia. Se trata del sector de casas bajas y de dos pisos, con patios internos y calles pavimentad­as, que fue desarrolla­do por el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Entre 2008 y 2015 ese municipio urbanizó el 85% del tercio que le toca de Villa Azul. Si bien en esta parte las personas que allí viven sufren de necesidade­s, su calidad de vida es un poco mejor de quienes viven en la zona de Quilmes. En este sentido, si bien estaba prevista allí la realizació­n de diferentes obras de urbanizaci­ón, no se llevaron a cabo y hubo un total abandono por parte de las administra­ciones provincial y municipal del gobierno anterior.

Casas tomadas. A raíz de esta situación, las familias del barrio Villa Azul comenzaron a tomar las viviendas a partir del año 2016, sobre la calle Sargento Cabral. La mayor parte de las tomas se produjeron en junio del año pasado, cuando las empresas se retiraron definitiva­mente por falta de financiami­ento. Al día de hoy las obras tienen un avance aproximado de apenas el 20%. En este sentido, esta semana el gobierno municipal, a cargo de Mayra Mendoza, anunció el plan de urbanizaci­ón del barrio popular. Los trabajos contarán con el apoyo de los gobiernos nacional y provincial, comenzando por estas obras que fueron abandonada­s en la gestión de Cambiemos. En 2015 se habían firmado dos convenios de obras para la construcci­ón de 150 viviendas, además de obras de infraestru­ctura y urbanizaci­ón que a la larga quedaron inconclusa­s.

 ??  ??
 ?? PABLO CUERTEROLO ??
PABLO CUERTEROLO
 ??  ?? DIFERENCIA­S. El barrio alterna zonas sin urbanizar, muchas pertenecie­ntes a Quilmes, con partes asfaltadas, en su gran mayoría en el partido de Avellaneda.
DIFERENCIA­S. El barrio alterna zonas sin urbanizar, muchas pertenecie­ntes a Quilmes, con partes asfaltadas, en su gran mayoría en el partido de Avellaneda.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina