Por el crimen de Espinoza, pide la familia perpetua para los policías
Por otro lado, para la Justicia, está el rol de Cid. Él sería el encargado de sumar a la banda a Ricardo Viera, que aún permanece prófugo. Estos dos cuentan con antecedentes con delitos vinculados con robos a la propiedad.
Cid, alias el Turco, fue detenido en Zárate cuando salió de una casa. Se había escondido allí y pudieron localizarlo rastreando su celular. En el lugar estaba con su pareja y fue detenido como coautor del delito de robo agravado. El miércoles pasado se negó a declarar ante la fiscal del caso, Silvia Borrone, de la UFI N° 4 de Berazategui.
Planificación. En dos oportunidades (el 21 y el 24 de abril) previas al robo de los casi 40 millones de pesos, se había caído el sistema de cámaras del country. Seco, el informático de la empresa de seguridad, fue enviado para arreglar el desperfecto. En una de esas ocasiones fue filmado ese video en la puerta de la casa de la víctima que estaba en el teléfono de Seco, secuestrado en los allanamientos.
Los celulares que pertenecían a los presuntos miembros de la banda fueron encontrados en el sótano de la casa de la víctima y en la camioneta de la empresa de seguridad que fue abandonada cerca del country luego del robo. Para los investigadores, los aparatos fueron fundamentales para reconstruir la planificación del robo.
Antes del atraco,
cortaron dos veces la señal de las cámaras de
seguridad
Dos de los teléfonos se los atribuyen a Seco, uno de uso personal y otro de la empresa. Estaban en la camioneta abandonada. Y allí había, al menos, dos videos relacionados con la planificación del robo.
Otro de los aparatos fue encontrado en el sótano de la casa del empresario. Es que los delincuentes guardaron el dinero en un bolso que estaba lleno de ropa. Al vaciarlo dejaron olvidado un celular entre las prendas de vestir.
Según fuentes judiciales, hallaron en los teléfonos mensajes, videos y fotografías vinculadas con el robo. Otro de los aparatos fue aportado de forma voluntaria por Correa, el guardia que controlaba el acceso al country, pero luego la Justicia determinó que era parte de la banda.
Los cinco se negaron a declarar y quedaron tras las rejas. De la plata no hay noticias.
nLos familiares de Luis Espinoza, el trabajador rural que desapareció durante un operativo policial realizado en la localidad tucumana de Simoca y fue hallado asesinado una semana después, pidieron que se haga justicia y que todos los involucrados en el crimen sean condenados a “prisión perpetua”.
“El policía que disparó no es el único culpable, (los detenidos) actuaron en complicidad, planearon cómo hacer para llevar lejos a Luis y tirar su cuerpo”, dijo a los medios locales Patricia Cuevas, cuñada de Espinoza (31).
El viernes se informó que los resultados de los peritajes realizados en el Laboratorio de Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) determinaron que la bala que impactó en uno de los omóplatos de la víctima salió de un arma reglamentaria Jericho calibre 9 milímetros. La pistola pertenece al oficial José Morales.
Para realizar las pruebas, los especialistas utilizaron un microscopio del comparador balístico, que permitió analizar el plomo y las vainas servidas que fueron levantadas de la escena donde fue visto por última vez Espinoza, antes de ser encontrado asesinado. El oficial Morales se encuentra detenido junto a otros siete policías de la seccional “Son todos cómplices de la muerte de Luis, necesitamos justicia.”
de Monteagudo, un vigilador comunal y el hermano de uno de los efectivos.
“Son todos cómplices de la muerte de Luis, necesitamos que se haga justicia, que sea perpetua para todos y que con el paso del tiempo no salgan de a uno de la cárcel” señaló
Cuevas, quien añadió: “Pasan los días y la familia está destruida, es muy doloroso para sus hijos, su esposa y su madre, que lo espera”.
De acuerdo a lo que consta en el expediente y a lo que declaró el hermano de la víctima, el 15 de este mes el trabajador rural fue golpeado por la policía y luego llevado a rastras hasta un monte, tras un operativo realizado durante un festival de caballos cuadreros en el paraje de Melcho, de la ciudad de Simoca.
Desde ese momento nada más se supo de él durante una semana, hasta que el 22 de mayo su cuerpo baleado en la espalda fue hallado en la provincia de Catamarca, a 200 metros del límite con Tucumán.
La fiscal sostiene que el hombre fue asesinado en Melcho, que luego su cuerpo fue trasladado hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, descartado en Catamarca, donde fue arrojado por un barranco envuelto en plástico.
Además de Morales, por el crimen se encuentran detenidos el subcomisario Rubén Montenegro, el oficial José Morales, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, Sergio Santillán y otro civil, que es hermano de uno de los efectivos.
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