Cartas a PERFIL
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JUECES Y FISCALES I
Al ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni no se le puede atribuir ignorancia. Sabe, lo que lo hace más aterrador. Si no supiera, se le podrían explicar las diferencias entre la prensa opositora que llama “medios hegemónicos” y la propaganda nazi. Pero lo sabe, lo suyo es alevosía. Sabe que el nazismo había anulado a la oposición, que el partido era hegemónico, no había otra voz. Por suerte hoy se puede opinar, es una de las cosas que define a un Estado democrático. Seguro que recuerda que Carl Schmitt, prestigioso teórico del derecho, autor de las leyes antisemitas de 1935, dijo: “La democracia es un Estado fuerte que debe tener bajo su control todas las esferas de la vida, con un pensamiento único y una sola línea ideológica”. Debe saber también que Goebbels estableció los once principios de la propaganda nazi, tres de los cuales son transposición –si no se pueden negar las malas noticias hay que inventar otras que las distraigan–, orquestación –repetir siempre las mismas ideas, pocas pero insistentes–, renovación –derramar cosas nuevas todo el tiempo para que cuando sean respondidas la gente ya esté interesada en otra cosa–. Y no dudo de que haya leído la opinión de Hitler sobre la propaganda que “no consiste en decir la verdad sino