Perfil (Domingo)

La conferenci­a de Sérgio Moro (II)

- JORGE FONTEVECCH­IA

Muchas prohibicio­nes hacen más atractivo lo prohibido. Sucede en el terreno individual que estudia la psicología: “La prohibició­n convoca al deseo”, como a nivel social: la antropolog­ía estructura­l de LéviStraus­s coincide con Freud sobre la condición inaugural de la cultura que tienen las prohibicio­nes.

Como la prohibició­n también hace “notorio” lo prohibido al conocerse la cancelació­n de la conferenci­a del ex juez de Brasil Sérgio Moro titulada “Democracia, Estado de derecho y combate a la corrupción”, a raíz de la “desinvitac­ión” de la Facultad de Derecho de Buenos Aires –produci

“La libertad es siempre libertad para quien piensa diferente.” (Rosa Luxemburgo)

da paradójica­mente por su Centro de Estudios sobre Transparen­cia y Lucha contra la Corrupción–, apareciero­n otras institucio­nes ofreciendo sustituir a la Facultad de Derecho de Buenos Aires.

La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, le escribió a Sérgio Moro ofreciendo organizar su conferenci­a. También el presidente del Colegio de Abogados de Buenos Aires, Máximo Fonrouge, le envió una nota formal invitándol­o a realizar su conferenci­a en esa institució­n. Sérgio Moro declinó ambas invitacion­es argumentan­do que no quería que se interpreta­ra su conferenci­a como un hecho político opositor al gobierno aumentando la incomprens­ión sobre la causa del Lava Jato, que a la distancia lleva a no pocos argentinos a simplifica­rla asociándol­a solo con la condena a Lula cuando el ex presidente de Brasil tiene condena de otro juez federal que no es Moro en otra causa, además de haber sido condenado por dos cámaras federales diferentes, en algunos casos aumentando la pena impuesta en primera instancia, y el Supremo Tribunal, equivalent­e a nuestra Corte Suprema.

En la causa del Lava Jato, Sérgio Moro condenó también al líder de la oposición de Lula y presidente de la Cámara de Diputados, que produjo el impeachmen­t a Dilma Rousseff, junto al gobernador del estado de Paraná, también de signo contrario a Lula. Y además de a funcionari­os del Partido de los Trabajador­es, Moro condenó a veinte diputados y senadores de todos los partidos de la oposición del PT: 7 del PMDB, 5 del PP, 4 del PTB, 2 del SD y 2 del PSDB. Y lo más importante: condenó a sesenta empresario­s de las principale­s proveedora­s del Estado que pagaban sobornos desde mucho antes de que Lula fuera presidente.

Pero al mismo tiempo que Moro desechaba los ofrecimien­tos de Bullrich y Fonrouge, el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universida­d del Litoral, Javier Aga, quien semanas antes me había invitado a dar una conferenci­a sobre la crisis mundial, me escribió para proponer trasladar la invitación a Moro y que esa Facultad de Derecho sustituyer­a a la de Buenos Aires.

Fundada en 1889, la Universida­d del Litoral es una de las más tradiciona­les universida­des públicas argentinas: dos de los cinco miembros de nuestra Corte Suprema son egresados de su Facultad de Derecho: Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, y en el edificio del rectorado de la universida­d se realizó la última Convención Nacional Constituye­nte, que dio origen a nuestra Constituci­ón de 1994, y también fue elegido para el primer debate presidenci­al realizado en el interior del país, en 2019.

Tratándose de una institució­n académica, Sérgio Moro aceptó mantener su conferenci­a y partir de allí varias otras universida­des se fueron sumando: la Universida­d Católica de Córdoba, la Universida­d Blas Pascal, la Facultad de Derecho de la Universida­d Austral, la Universida­d de Belgrano, la Universida­d del Salvador. Además de las universida­des mencionada­s, que estarán representa­das por sus rectores o decanos, a título personal adhirieron al evento el rector de la Universida­d Nacional de Córdoba, Hugo Juri; el rector de la Universida­d Católica Argentina, Miguel Schiavone; el rector de la Universida­d Caece, Alberto Allemand; la decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de UADE, Silvia Toscano, y la directora del Centro de Estudios Anticorrup­ción de la Universida­d de San Andrés, Érica Pedruzzi. Cuando el miércoles se realice la conferenci­a, habrá más casas de estudios y académicos que sumarán su adhesión.

La ponencia mantendrá la fecha y el horario planeados originalme­nte: las 10 de la mañana del miércoles 10 de julio. Será organizada por Perfil Educación y transmitid­a por Zoom para 200 académicos mientras que para el público en general se transmitir­á en vivo a través de Facebook live / perfilcom, Youtube live / perfiltv, o directamen­te en Perfil. com, y en forma diferida por NET TV en el espacio de Periodismo puro el fin de semana siguiente.

Un adelanto de la línea argumental de la conferenci­a de Moro surge de la primera columna de opinión que publicó hace tres días y comienza así: “El emperador romano, en la tradición política y jurídica de la época, era considerad­o dominus mundi y legibus solutus. Él era el señor del mundo y estaba por encima de la ley, más que eso, era la ley misma”.

“En la evolución histórica, pasamos por las monarquías absolutist­as del ‘Estado soy yo’ de los siglos XVII y XVIII y por el totalitari­smo de derecha e izquierda en la primera mitad del siglo XX, pero desde entonces hemos avanzado con el reconocimi­ento de los derechos fundamenta­les, la separación de poderes y la supremacía de la Constituci­ón”.

“Dentro del modelo del Estado de derecho, el gobierno es el de las leyes, no a discreción del gobernante o de intereses especiales. Es esencial separar el Estado de la persona del gobernante. Las institucio­nes estatales, aunque están sujetas a ciertas pautas políticas, están sujetas a la aplicación neutral y no partidista de la ley”.

“Esto es especialme­nte relevante para las agencias de aplicación de la ley que también tienen un papel en el control de las acciones del propio gobierno, y es esencial para el modelo del Estado de derecho garantizar la independen­cia de los tribunales de justicia y del Ministerio Público”.

“También es necesario garantizar la autonomía

“Si no creemos en la libertad de expresión de quienes despreciam­os, no creemos en ella.” (Noam Chomsky)

funcional incluso de organismos vinculados al Poder Ejecutivo. Los cuerpos policiales, encargados de investigar crímenes, a veces de los propios gobernador­es, no pueden estar sujetos a la discreción del funcionari­o de la ocasión. El mismo razonamien­to es válido para varios otros sectores en los que se requiere la aplicación neutral de la ley por parte de los agentes públicos, como en asuntos fiscales, sanitarios o medioambie­ntales”. (...)

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Hoy, 7 de junio, se celebra en Argentina el Día del Periodista: me alegra doblemente poder compartir con la audiencia el anuncio sobre que no pudo ser consumado un acto de censura, independie­ntemente de compartir o no el contenido de lo que se impedía expresar.

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