La disputa de Trump y Xi amenaza el vínculo entre Argentina y Brasil
relaciones carnales con Estados Unidos, prohíbe al gigante de telecomunicaciones chino Huawei en la licitación para construir su red de 5G y Alberto Fernández, en cambio, contrata a la compañía liderada por Ren Zhengfei, los dos países quedarían en esferas de influencia tecnológicas distintas y su asociación estratégica firmaría su certificado de defunción.
Sin coordinación. ¿Qué harán el Palacio del Planalto y la Casa Rosada para evitarlo? “Nadie sabe exactamente cuál será la estrategia de cada país en relación a Huawei. Si los dos definen estrategias muy diferentes, ineludiblemente esto tendrá un impacto negativo para la relación”, considera Stuenkel. “Lo que me preocupa mucho es que no habrá coordinación. Sudamérica será un rule taker, un tomador de reglas. Por no estar unido ni tener una cooperación institucional va a ser muy vulnerable y susceptible a esta nueva tendencia de tensión geopolítica entre las dos superpotencias”, alerta.
De Santibañes resalta la importancia de la decisión que
“Brasil y Argentina perderán su influencia en América del Sur.”
enfrentan los dos Gobiernos: “5G es un ejemplo de decisiones estratégicas que nuestros países tienen que tomar y donde las posiciones de Estados Unidos y China son diferentes. Son cuestiones que complican la posibilidad de tener una estrategia de llevarse bien con las dos potencias, que es lo que tenemos que aspirar en la medida de lo posible”.
Para lograrlo, el especialista argentino, Global Fellow del Wilson Center, recomienda “fortalecer el multilateralismo para que los países medios como Brasil, México y Argentina influyan en la formulación del nuevo contexto internacional y la bipolaridad no se lleve todo puesto”. Además, remarca la importancia de afianzar la asociación estratégica con Brasil, emulando la relación que en Europa tienen Francia y Alemania.
Stuenkel describe cómo será “la nueva normalidad” geopolítica en América del Sur: “Brasil y Argentina van a perder su capacidad de influenciar lo que pasa en el continente. Estados Unidos y China serán más influyentes en todas las capitales de Sudamérica. Ya lo vemos desde 2013 en Venezuela”.
Si Bolsonaro y Fernández no cooperan ahora, en el futuro será muy tarde. Si no los une el amor, que por lo menos los una el espanto.
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