Quién es ‘Lágrima’, el acusado de cometer un brutal femicidio
Tiene 32 años y antecedentes por robos y amenazas a otras mujeres. Fue detenido imputado de matar con un bloque de cemento a Lorena Riquel. Lo identificaron por un tatuaje que tiene en el pómulo izquierdo.
Un 1,70 de alto, delgado, con jeans oscuros y una lágrima tatuada en el pómulo izquierdo. Esa fue la descripción que hicieron las compañeras de Lorena Riquel del hombre que pasó a buscarla el sábado pasado y la mató con salvajismo. “Lágrima” tiene 32 años y antecedentes por amenazas y robos. Fue detenido e imputado por haberla asesinado a golpes con un bloque de cemento en plena madrugada y en la vía pública.
Carlos “Lágrima” B. tiene 32 años y fue imputado por el femicidio de Lorena. Según se informó, se trata de una persona con “varios antecedentes”.
“Uno de ellos por seis meses de prisión en cumplimiento efectivo por amenazas a una mujer. Y también tiene antecedentes por delitos de
robo y declarado reincidente. Por lo que es una
persona que ha tenido contacto con el sistema penal”, detalló la fiscal del caso Georgina Pairola de la Unidad de Homicidios Dolosos tras la audiencia imputativa de esta semana.
Lágrima y Lorena se conocían desde hacía un tiempo, aunque no eran amigos. Por eso el sábado pasado, la mujer no dudó en separarse de sus compañeras e irse con él cuando pasó a buscarla. Pero el acusado no tenía una motivación amigable.
A pocas cuadras de allí, le exigió plata, discutieron y después Lorena hizo silencio. Lágrima abusó de ella, la golpeó hasta matarla con un bloque de cemento que había en el lugar y se fue caminando. Antes le robó las zapatillas.
Fuentes judiciales informaron a PERFIL que ambos mantuvieron “una discusión en la que el imputado le exigía entrega de dinero”. El acusado
“Es una persona
que ha tenido contacto con el
sistema penal”, informó la fiscal.
cayó dos días después. Lo detuvo personal de la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal santafesina. Fue apresado a las 17, cuando caminaba por la calle Lima al 2700, informaron las fuentes. El distintivo para reconocerlo fue una lágrima que tenía tatuada en el pómulo izquierdo y que distintos testigos habían mencionado. El miércoles se realizó una rueda de reconocimientos y fue identificado por los testigos. Al día siguiente lo imputaron por femicidio, abuso sexual y hurto calamitoso y le dictaron la prisión preventiva. La audiencia se llevó a cabo por videoconferencia y el juez de Primera Instancia Nicolás Vico Gimena aceptó el planteo de la fiscal y dicto la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley haciendo lugar al pedido de fiscalía. “Lo que se pudo reconstruir en base a los testimonios de los vecinos es que hubo una discusión entre ellos. El imputado le exigía a ella la entrega de dinero. Creemos que la intención era robar el dinero que Lorena tenía en ese momento”, indicó la fiscal.
La investigación. “Esa noche, Lorena se encontró con unas amigas en la zona donde fue encontrado el cuerpo. Estuvo allí desde las 12 de la noche y el hecho ocurrió a las 3.50. Entrevistamos a las amigas. Establecimos que ella permaneció en las inmediaciones hasta que se retiró con un hombre que fue reconocido como el imputado, y después de eso se produjo el homicidio”, indicó la fiscal del caso tras la audiencia Georgina Pairola de la Unidad de Homicidios Dolosos.
Según pudieron reconstruir los investigadores, el imputado fue hasta la esquina de Rouillón y Godoy de la ciudad de Rosario. Ahí Carlos B. intercepta a la víctima “mientras ésta se encontraba junto a sus compañeras y valiéndose de la confianza de dicha mujer, con quien se conocían previamente, la aparta de su grupo, dirigiéndose ambos a calle Rueda al 5500 de Rosario”.
Allí mantuvieron “una discusión en la que el imputado le exigía entrega de dinero, abusa sexualmente de ella, empleando su fuerza, para posteriormente propinarle reiterados golpes con bloques de cemento que halló en el lugar lo que le ocasiona politraumatismos que le provocan su fallecimiento”.
El cuerpo de Lorena fue encontrado el sábado pasado a las 4 de la mañana en barrio Bella Vista, en la zona sur de la ciudad santafesina de Rosario. Le faltaba la ropa interior y las zapatillas.
El caso se suma a una problemática que no se detiene. En el país que se registraron 168 crímenes de mujeres en los primeros siete meses del año. Así lo informó esta semana el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación. Esa cifra representa un 15 por ciento más que el registro del 2018.
Las estadísticas del observatorio destacan que 106 de esos femicidios fueron cometidos por la pareja o la ex pareja de la víctima.
Santa Fe es la segunda provincia con más casos de femicidios. Según la Defensoría hubo en Buenos Aires 67 casos; Santa Fe, 22; Tucumán 11; Misiones, nueve y Córdoba, ocho.
¿Quién era Sandra? Sandra tenía tres hijos de 18, 15 y 12
años. Era trabajadora sexual y militante de la Corriente Clasista y Combativa. “Lo único que quiero es que hagan justicia por mi mamá. Ella era una buena persona. No merecía terminar así. No le hacía mal a nadie. No se merecía morir así mi mamá”, dijo entre sollozos la hija de 12 años de Lorena esta semana en una concentración que se realizó frente al Centro de Justicia Penal.
La menor no estuvo sola, fue acompañada por distintas agrupaciones y militantes de CCC que levantaron la imagen de Lorena y empapelaron las paredes pidiendo justicia.
‘’No existe clamor social exigiendo justicia cuando la víctima de un femicidio se trata de una trabajadora sexual, el estigma y la discriminación que hay hacia nuestro trabajo nos convierte en malas víctimas’’, expresaron en un comunicado desde la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina y pidieron justicia por Lorena.
La menor estaba acompañada de militantes de la Corriente Clasista y Combativa agrupación a la que pertenecía la víctima. Todos pidieron justicia por el femicidio de Lorena.