LA MEJOR PREVIA AL US OPEN
El serbio Novak Djokovic conquistó ayer el Masters 1000 de Cincinnati con una remontada en la final ante el canadiense Milos Raonic y llegará invicto este año al Abierto de Estados Unidos, que arranca mañana. En la categoría femenina del torneo, que es Premier de WTA, la bielorrusa Victoria Azarenka levantó el trofeo tras la retirada de la japonesa Naomi Osaka por lesión.
Djokovic superó por 1-6, 6-3 y 6-4 a Raonic en dos horas exactas de juego sobre la cancha sin espectadores de Flushing Meadows de Nueva York, sede este año del torneo de Cincinnati por la pandemia de coronavirus. Este es el segundo triunfo del serbio en el torneo de Cincinnati, tras la de 2018, el número 80º de su carrera y el 35º en campeonatos de Masters 1000, igualando al español Rafa Nadal y siete por delante del suizo Roger Federer.
El número uno mundial, que sigue padeciendo molestias en el cuello que le obligan a recibir tratamiento durante los partidos, tiene solo 48 horas de descanso antes de debutar el lunes en el Abierto contra el bosnio Damir Dzumhur (N. 107 de ATP). Con 23 victorias y ninguna derrota en 2020, Djokovic perseguirá en el US Open su título 18 de Grand Slam para recortar distancias con Federer (20 títulos) y Nadal (19), ambos ausentes del torneo neoyorquino.
“Hablando de las cosas importantes que están pasando en el mundo, quiero aprovechar esta oportunidad para mandar un mensaje de paz, de unidad, de amistad, de perdón”, dijo ‘Nole’ sosteniendo el trofeo protegido con una mascarilla. “Tenemos que ir juntos por estos momentos difíciles en nuestras vidas en este planeta”, afirmó.
El torneo de Cincinnati es el primero del circuito ATP tras el parate de cinco meses por la pandemia. “A los aficionados del tenis de todo el mundo, los extrañamos. Se siente extraño estar en estas condiciones, pero todos esperamos lo mejor”, dijo Djokovic. Y finalizó: “Ojalá nos veamos muy pronto”.