MUY BRITISH
tampoco amigos. Son rivales. Claramente Xi Jinping y Donald Trump quieren esa mala relación. Están preparados para sacrificar el orden internacional para fortalecerse domésticamente. El truco más viejo en relaciones internacionales.
—¿Hay un desplazamiento de poder de Occidente hacia Asia?
—Los desplazamientos de poder suceden todo el tiempo. La peculiaridad de los últimos 200 años fue que todos creímos perfectamente normal que un pequeño grupo de países en Occidente deberían dirigir el mundo. ¿Fue normal que mi país, con 30 millones de personas, controlara en el siglo XIX un cuarto del
◆ Barry Buzan es uno de los máximos exponentes de la Escuela Inglesa de las Relaciones Internacionales.
◆ Es también parte de la Escuela de Copenhague. Junto a Ole Waever creó la Teoría de los Complejos de Seguridad Regional.
◆ Escribió y editó más de 25 libros, entre ellos Non-Western International Relations Theory. Perspectives On and Beyond Asia, en coautoría con Amitav Acharya.
◆ Visitó Argentina en 2014 invitado por la
globo y peleara con China e India al mismo tiempo? ¡No! Las condiciones que produjeron eso fueron muy extrañas e históricamente inusuales. Y ahora están desapareciendo. En un sentido, el mundo está volviendo a la normalidad. Siempre hubo diferentes centros de poder hasta la modernidad, cuando uno de ellos despegó del resto. Estaba China, India, Europa, el mundo islámico, y ellos eran más o menos iguales en algún modo. Pero estaban muy poco conectados. El nuevo elemento es que ahora están muy conectados: tenemos problemas comunes, el comercio, el cambio climático, las enfermedades. ¿Cómo el mundo responderá a esta situación? Los resultados hasta el momento no parecen muy promisorios. Pero este es el mundo que tenemos: nadie quiere dirigirlo. Los chinos dicen que no quieren ese trabajo y es una de las pocas cosas de la propaganda china en las que creo.
—¿Hubo una securitización en la respuesta a la pandemia?
—Ciertamente la ha habido. Trump ha hecho su mayor esfuerzo en llamarlo un virus chirra no. Él está muy comprometido en la Guerra Fría con China y por eso usará eso como munición. Si compras mi argumento de un mundo más plural, descentrado, con la riqueza y todo más diseminado, esperarías de que haya muchos tires y afloja y una falta de gestión colectiva en la sociedad internacional, pero también una disposición y un entendimiento de que cuando hubiese un problema en común, como una pandemia, los grandes poderes pusieran a un lado sus diferencias y cooperasen, porque ninguno podría enfrentarlo por sí solo. Lo deprimente con el coronavirus es que nada de eso sucedió. Los Estados tomaron esto como un elemento de su competición. Hay un gran apuro por tener la vacuna antes, no importa que sea apropiadamente testeada o no. Trump, los chinos, los rusos están yendo en esa dirección. Ha habido una respuesta colectiva bastante pobre, lo que significa que hay una mezcla de securitización, en el sentido de que el virus está securitizado en sí mismo en cierto punto, porque necesitas medidas de emergencia para enfrentarlo, pero también está securitizado en otro punto, en el terreno estatal y en las luchas de poder.
—¿Qué desafíos y oportunidades trajo la pandemia a China?
—Ellos quieren crédito por haber manejado la pandemia mejor que los demás. Ese es un buen material para el departamento de propaganda. El Partido Comunista Chino está buscando continuamente cualquier cosa que respalde su declaración de que su sistema de gobierno es más efectivo y superior y que las democracias básicamente no funcionan bien. Para ellos esto es un regalo, más que nada por la peculiar incompetencia de Trump. A los chinos les gustaría tener una vacuna buena y segura y distribuirla al mundo. Pero hay un riesgo en eso porque así como quisieron obtener reconocimiento enviando a todas partes insumos médicos de protección (barbijos, guantes), mucho de ese material era defectuoso. Hay un riesgo de que lo mismo suceda con la vacuna. Si se apuran con la vacuna y no es apropiadamente testeada, si esto sale mal, será un gran tiro por la culata porque serán acusados de haber puesto en riesgo la salud de la gente más que el propio virus. Pero hasta el momento los chinos parecen no lucir tan mal. China ha controlado el virus mejor que otros países.
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