Meghan y Harry con millonario acuerdo se alejan más de la Corona
vecina Lombardía, epicentro europeo de la pandemia, el Véneto pudo contener el brote inicial del virus con confinamientos locales y amplios testeos. Igualmente, Venecia, por ejemplo, iba a ser centro de tres semanas de rodaje una la superproducción de Tom Cruise, Misión Imposible 7, pero quedó suspendida sin fecha nueva.
El titular de la Biennale, Robert Cicutto, dijo que la decisión de realizar el festival era una señal importante del renacimiento de Venecia y la industria cinematográfica, y que la experiencia en el Lido “será un experimento sobre el terreno de cómo manejar un evento importante” en pandemia. Los invitados al festival no están exentos de las restricciones y al llegar se les realiza un testeo. En todas las proyecciones hay asientos reservados y bien separados, y el uso del barbijo es obligatorio en todas partes.
Las restricciones de viajes de Estados Unidos a Europa
Venecia es el festival más antiguo y el primero presencial en tiempo de pandemia
significan que las películas de Hollywood, que suelen usar a Venecia como trampolín para otros festivales y los Oscar, estarán ausentes este año. Eso sucedió con dos recientes películas: Lady Gaga y Bradley Cooper estrenaron en Venecia Nace una estrella o Joaquin Phoenix ganó el León de Oro en 2019 con Joker antes de recorrer un exitoso camino hasta el Oscar. En esta edición, si bien no es un largometraje, Pedro Almodóvar le dio a Venecia el estreno de La voz humana, que filmó en las semanas posteriores al fin de la cuarentena en España. Este no solo es un mediometraje, sino que es lo primero que filma en inglés y con una actriz no española: Tilda Swinton, quien recibió el León de Oro a la Trayectoria en la presente edición. Y a pesar de que la competencia será reducida en relación con previas ediciones, Italia inauguró el festival por primera vez en años con Lacci de Daniele Luchetti, un drama familiar presentado fuera de competencia.
nAlgunos medios ingleses prefieren mostrar a un príncipe Harry algo tonto y sometido a los deseos personales y profesionales de su esposa. Y a su vez, hostigan a Meghan Markle como si les hubiera arrebatado un territorio de ultramar. Ella no solo no sería digna del hijo menor de Lady Di y Carlos, sino que encima lo obligó a renunciar a casi todo lo que, por su posición, él debería sostener. En perspectiva y con las diferencias del caso –que son muchas–, Harry y Meghan son la versión del siglo XXI de lo que fue Wallis Simpson y Eduardo VII, el tío de la reina actual que abdicó por su amor a una norteamericana que, como Meghan Markle, además era divorciada. de todo el mundo con su autenticidad, optimismo y liderazgo”. Por eso, para la firma es venturoso “contar historias con ellos que puedan ayudar a construir resiliencia e incrementar el entendimiento del público en todas partes”. Por supuesto, un comunicado prolijo que denota que la marca de la díscola pareja genera superlativos dividendos que, finalmente, es el objetivo de compañía de streaming.
Por ahora no hay nombres de los proyectos que ambos manejarían, solo se habló de una serie documental sobre la naturaleza y otra enfocada en mujeres que inspiran. “Nuestras vidas, independientes el uno del otro y como pareja, nos han permitido entender el poder del espíritu humano: de valentía, resiliencia, y la necesidad de conexión”, dijeron Enrique y Meghan en una declaración conjunta. “A través de nuestro trabajo con diversas comunidades y sus ecosistemas buscaremos mostrar personas y causas alrededor del mundo, y nuestro foco será crear contenido que informe pero que también dé esperanza”.
El príncipe trabajó de cerca con los realizadores del documental Rising Phoenix, en el que también aparece. Se estrenó la semana pasada en Netflix.
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