Retablo suburbano
Queridísimo hermano y otros fraseos en familia
Luis O. Tedesco
Poesía política; Hablar mestizo en lírica indecisa; Aquel corazón descamisado; Vida privada; En la maleza; El sin... de mi aparente; Reino sentimental; Lomas del Mirador. Diccionario temátiuco de voces; Lucho Maidana ataca. Monólogos en contexto de encierro poesía
La Yunta, $ 400
Crónica íntima de Lomas del Mirador, saga familiar, retablo suburbano, testimonio crispado y dolido, el nuevo libro de poemas de Luis O. Tedesco, un poeta de voz coronada por la lengua y la historia, trabaja en la memoria personal como un estrato profundo de la memoria colectiva, un sistema de espejos rutilantes o mortecinos de la tragedia popular. De esa manera, las figuras parentales, los recuerdos de infancia, la materialidad de las cosas hogareñas, el laberinto de las calles del barrio, las desgracias de la pobreza adquieren la dimensión pétrea de un monumento social, cuya nervadura se expande a través de un territorio sin horizonte, encerrado en el círculo de la vida y la muerte. Lo que no impide a Tedesco la celebración de ese mundo asediado por el anonimato y el olvido, la tristeza y la desazón, a través de pequeñas evocaciones (la luz del patio, la ropa tendida, el perfume del ladrillo, un viejo limonero) y de la reivindicación de la grandeza de aquellos que soportan la injustica como pueden. Pero estos poemas, algunos de ellos ya publicados, expresan en su conjunto un duelo no solo por la pérdida de cierta felicidad sino también por la muerte de un padre y de un hermano que se elevan a la categoría de símbolos. En ello se condensa la alquimia de Tedesco, que transmuta la palabra en sonido, la imagen en emblema, el monólogo en diálogo, lo individual en social, lo cotidiano en político. También la muerte, en todo caso, se transforma en un oráculo que interroga al que ha sobrevivido acerca del destino de los que han muerto despojados, de todos aquellos que mueren vencidos por un orden injusto. La respuesta de Tedesco, atronadora y balbuceante, se hila en su poesía como la confirmación de lo más atroz.