Rupturas del nuevo milenio
Radiohead. Kid A
Autor: Marvin Lin Género: ensayo
Editorial: Dobra Robota + Walden, $ 850
“Kid A expandió nuestros oídos, moldeó nuestros cerebros y estructuró nuestras subjetividades”, escribe Marvin Lin en su ensayo sobre el cuarto disco de Radiohead que muy pronto celebrará su 20° aniversario. A la vez, confiesa que la primera vez que escuchó ese álbum se quedó dormido. Dos veces. ¿Qué ocurrió en el medio? En este libro, que forma parte de la colección 33 y , editada en Argentina por Doba Robota y Walden, intenta analizar no solo una banda sino un hecho artístico y cultural que ocasionó una serie de rupturas propias del nuevo milenio: exploración de nuevos sonidos electrónicos, cuestionamientos a la mitología del rock y cambios en los modos de hacer, compartir y escuchar música.
El autor de este volumen se adentra en el significado social y artístico de un disco que dialoga con el futuro próximo. La banda inglesa venía de alcanzar la fama mundial con OK Computer (1997), algo que incomodó al grupo, sobre todo a su líder, Thom Yorke, como quedó registrado en el documental Meeting People Is Easy (1998). Esto, sumado a la lectura de No logo (1999) de Naomi Klein, fue la génesis de Kid A. Este álbum desafió a los escuchas al tomar distancia sonora –más sintetizadores que guitarras– y lírica –letras ambiguas, menos explícitas– de lo anterior. Lin observa una apuesta atemporal y una concepción de la música como un hecho performático. También explora las críticas que la banda estableció con el marketing de la industria discográfica y la contradicción que podría sintetizarse en “intentar hacer la revolución desde adentro”. El mismo Yorke se refirió a esto en una entrevista: “Todo el mundo necesita puertas de acceso”. Visto a la distancia, Kid A fue eso: una invitación a no repetir viejas fórmulas y producir las propias.