Kim Kardashian y Kanye West: separación y millones
entrenar para mejorar”. Por ahora, hasta que tengamos la oficina, estamos entrenando cada uno desde su casa desde las 15 hasta las 20, dado que recién empezó este proyecto. Tenemos los entrenamientos divididos en una parte táctica y otra más práctica. La táctica está basada en quizá corregir algunos problemas que vengo viendo en los entrenamientos para refinar el juego o ver juntos una demo para poder mejorar el juego en jugadas específicas. La parte práctica quizá es practicar todos juntos algo en el server, jugar partidos amistosos contra equipos de Argentina y
Brasil o simplemente hacer una rutina de aim diaria para mantener la mira “tensa”.
—¿Qué objetivo se pusieron en esta etapa como equipo?
—Uno de los primeros objetivos es volver a reinsertarse en la escena competitiva, dado que todos venimos de distintos equipos importantes pero cada equipo es un mundo. Para mí, es como arrancar una familia de cero.
—¿Creés que estas acciones generan más posibilidades de profesionalizar los eSports en Argentina? —No lo sé pero ojalá que sí. Es muy importante que muchos chicos que se la pasan jugando puedan tener la posibilidad de desarrollar su vocación al máximo. Siempre menospreciaron mucho a los eSports en esta región pero siento que realmente en el fondo tiene que ver con la ignorancia colectiva que tenemos, bajos recursos y justamente por falta de información sobre el tema. Además, hay mucha gente laburando atrás. Tenés managers; directores deportivos; community managers; diseñadores, CEOs. A eso también sumale los organizadores de torneos que generan muchos puestos de trabajo como el de los “árbitros”. Y obviamente sin olvidarme de los casters y analistas que dedican muchas horas a esta pasión. Siento que hubo mucha gente todos estos años partiéndose el alma por esto. No importa el rol dentro de esta movida, importa la dedicación.
nY un día los anuncios y rumores dejaron de serlo y una de las parejas más mediáticas de Hollywood finalmente se separa. Después de siete años, millones de dólares ganados, invertidos, millones de posteos y millones de minutos esparcidos en todas las plataformas que el universo mediático habilita, Kim Kardashian y Kanye West dan por terminado el matrimonio. Fue ella quien solicitó legalmente el divorcio el viernes último y su representante quien luego confirmó que era “amistoso” y que Kim pedía la “custodia legal y física conjunta de los cuatro hijos de la pareja”.
Números en orden. Según los medios que siguen el caso, y esto incluye hasta revista económicas, Kardashian y West tenían firmado un acuerdo prenupcial que hará de la división de activos un trámite sencillo. Al menos para eso la ley permite en Estados Unidos esa papelería. El monto que ingresa en el acuerdo mencionado sería de 2.100 millones de dólares. Por su parte, la pareja es titular de negocios propios que administran de manera separada. Esto es, él es propietario de Yeezy, y ella de KKW Beauty. Aun cuando ni la pareja ni sus respectivos voceros o abogados agregaron más información a lo que se conoce, otra vez son los medios quienes pusieron la vista en la cuestión de las propiedades y algunos otros bienes muebles que sí comparten y que podrían ser objeto de disputa. El mensuario económico Forbes, uno de los que siguen este divorcio millonario, le bajó el tono a esa posible reyerta porque según el análisis que la publicación realizó, esos “activos
si se respeta el acuerdo prenupcial, el monto a dividir es de us$ 2.100
millones
compartidos representan menos del 5%” de los bienes. Esto es un porcentaje bajo teniendo en cuenta que ambos suman 2.100 millones de dólares. En 2020, Forbes publicó vía la documentación de West que parte de lo que este 2021 quedaría en esa división sería cinco millones de dólares en obras de arte, cuatro millones en vehículos; 3,2 millones en joyas y unos 300 mil adicionales en acciones.
A distancia. Durante 2020, pandemia mediante, fue el año donde la cuestión de la separación de la pareja fue parte del cotilleo que sigue la vida los Kardashian. También fue un año donde la conducta estrictamente personal de Kanye West pasó por varias etapas. Desde situaciones enunciadas de bipolaridad de cantante y empresario, hasta su postulación como candidato presidencial. Un país que tuvo a Trump de presidente por qué no podría tenerlo a él como candidato, sobre todo en un 2020 donde Estados Unidos desnudó que las escenas que publicitan a través del cine masivo, la televisión o Netflix, no son las únicas postales de la primera potencia mundial. Fue por muchos de esos hechos que Kim Kardashian y Kanye West vivían a distancia, geográficamente hablando. Ella en California; él en Wyoming.
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