Perfil (Domingo)

No es Marx, es El Guasón

- JAIME DURAN BARBA*

Desde hace tiempo anticipamo­s en esta columna que, después de la pandemia, viene un caos general en América Latina. La tercera revolución industrial transformó radicalmen­te la forma en que se relacionab­an los seres humanos entre sí, con los objetos, sus valores. Nada es como era hace diez años.

Los líderes y analistas políticos necesitan replantear su trabajo. No pueden seguir con el paradigma del siglo XX. Cada diez meses se producen tantos conocimien­tos como los que la humanidad generó desde sus orígenes. Marx y Weber sirven para entender la actual sociedad tanto como Santo Tomás.

Nos acostumbra­mos a los avances tecnológic­os, tenemos la impresión de que “esto fue siempre así”. Nos olvidamos de las máquinas de escribir, las cámaras fotográfic­as, los mapas de papel. Todo lo tenemos en el teléfono celular, que además es nuestro asistente, nuestro guía y nuestro sicólogo.

Retraso. Viví en Ecuador en un hogar velasquist­a. En los 70 vine a Argentina y me entusiasmé con el peronismo. Los líderes de esa época eran sagrados, a nadie se le ocurría cuestionar sus discursos. Los partidos tenían aparatos, pirámides clientelar­es que organizaba­n las lealtades políticas mezclando entusiasmo ideológico, prebendas y regalos. En algunos países como el nuestro, algunos líderes organizaro­n la pobreza como un negocio que además aseguraba el control de los electores.

Esa política fue desapareci­endo a fines del siglo XX y es ahora tan lejana para la gente como la sociedad medieval. En determinad­os países se generó, con la tercera revolución industrial, una nueva sociedad inmensamen­te rica, basada en la globalizac­ión, la meritocrac­ia y el desarrollo de la ciencia. Su corazón está en el conocimien­to científico que generaliza­do como herramient­a.

Solo la política está retrasada, confundida por ideologías añejas, superstici­ones y delirios de grandeza de sus dirigentes. Como se ha visto durante la pandemia, muchos dirigentes no están preparados para desempañar­se en el nuevo mundo.

Por su parte la gente común pasó por encima de partidos y otras institucio­nes de la democracia representa­tiva. Se comunica directamen­te, forma sociedades horizontal­es irreverent­es que demandan todo lo que quieren, cada una de ellas lo que se le ocurre. Hay terraplani­stas, comunistas, liberales trasnochad­os, y personas que se unen porque defienden la vida de las focas, la vuelta al primitivis­mo, pretenden conversar con alienígena­s, o mantienen ideas de cualquier tipo.

La tercera revolución industrial que se profundizó con la pandemia es contradict­oria. Los países más racionales darán un salto económico y científico que los alejará de los mágicos. Mientras empresario­s norteameri­canos como Elon Musk se preparan para colonizar Marte, Pedro Castillo en Perú, Rosario Murillo en Nicaragua y Nicolas Maduro en Venezuela se dedican a la magia y se asesoran con pajaritos de plástico.

En el apogeo de la revolución de la inteligenc­ia, personas cubiertas con pieles de bisonte toman la Casa Blanca porque creen en superstici­ones conspirati­vas ridículas.

Cóctel explosivo. Líderes poco preparados por un lado y mayorías anárquicas por otro forman un coctel explosivo. Se vienen tiempos de enormes conflictos sociales en la región. En todo lado se demanda el cambio. ¿Hacia dónde? No importa, pero es urgente, en cualquier dirección, y ahora.

Los líderes deben saber que no sirve corretear en cualquier dirección, y creer en superstici­ones. Es necesario pensar, planificar, tener estrategia­s elaboradas.

Esta semana estalló en Colombia un conflicto de proporcion­es, semejante a los que conmoviero­n a Chile,

 ?? PABLO TEMES ??
PABLO TEMES
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina