Cierto entusiasmo
Café literario
Autora: Verónica Abdala Género: Testimonios
Otros libros de la autora: Borges para principiantes, Susan Sontag y el oficio de pensar. Editorial: Factotum, $ 1.190
Se sabe: el café, además de ser tema de innumerables historias, culturalmente forma parte del ejercicio de la ficción, y son célebres los espacios en los que se han reunido a través del tiempo escritores y contertulios de todo el mundo en el afán de compartir sus escritos. Es por ello que resulta apropiado el título de este libro de la editora y periodista Verónica Abdala (Buenos Aires, 1973), que reúne fragmentos de entrevistas realizadas por ella misma y que iluminan aspectos reveladores y poco conocidos de autores y autoras tan disímiles como interesantes, léase José Saramago, Vlady Kociancich, Rosa Montero, Juan Marsé, Samata Schweblin, Ray Bradbury, Liliana Heker y Leila Guerriero, por nombrar solo algunos de los 37 que integran el volumen.
De citas sobre “la pulsión de escribir” (tal el subtítulo) va este libro preciosista editado por Factotum gracias también a las ilustraciones de Tomás Gorostiaga –que reproducen los retratos de los convocados–, hechos con tinta y agua de café, precisamente. Pero las citas no se agotan en la inspiración, en la vocación y los procesos de la escritura, sino que incluyen el dominio de la técnica, la búsqueda de la propia voz y la relación con los lectores.
Del mismo modo, Abdala selecciona de sus entrevistas aspectos que revelan y tienen que ver con los temas que atraviesan las obras de algunos de ellos. Así, Pedro Mairal resalta su versatilidad, Clara Obligado confiesa su preocupación “por entender por qué el ser humano es tan violento” y qué hacemos con el perdón, mientras que Jorge Edwards nos recuerda que la memoria y el testimonio tienen un lugar central en su obra, Pablo De Santis que intenta “imitar los climas enrarecidos, casi claustrofóbicos” de las historias de Agatha Christie que le fascinaron en la niñez, y Agustina Bazterrica que interpela al lector “a través de una poética del extremo”.
Un modo de invitar a los lectores que aún no los hayan leído a acercarse a sus universos particulares.
Y en medio de reflexiones convocadas por el destacado oficio de entrevistadora de Abdala, se suma la crónica como ejercicio literario, que en la voz de Josefina Licitra, compartida con el periodista, historiador y escritor polaco Ryszard Kapuscinski, merece ser entendida como tal “si se trabaja a conciencia y se construye un texto trabajado”, lo que le otorga el mismo prestigio que la ficción, y cuyo único límite es que en la crónica “no hay lugar para la fantasía pura”.
Para Elena Poniatowska, “la escritura es, además de una inmensa responsabilidad, una gran aventura solitaria frente a la mesa de trabajo”. Podríamos agregar que, si hay sobre esa mesa una taza de café, mucho mejor. Y para los que se inician en esa gran aventura, también contar con este libro que, en definitiva, no hace ni más ni menos que contagiar un cierto entusiasmo. Porque a escribir no enseña nadie, pero siempre son bienvenidas las pistas que orientan e inspiran, propósitos a los que, entre otros, aspira este libro. Pretensión cumplida. ■
El libro de Abdala reúne fragmentos de entrevistas realizadas por ella misma y que iluminan aspectos reveladores y poco conocidos de autores y autoras tanto dfisímiles como interesantes.