GENOCIDIO
La nota de descargo del embajador de Turquía en la edición de PERFIL del domingo 2 de mayo reafirma aquellas convicciones que condujeron al Imperio Otomano a planificar y ejecutar el genocidio de un millón y medio de armenios, ratifica la política negacionista de Turquía y niega la verdad histórica.
Como argentinos descendientes de los refugiados sobrevivientes del genocidio armenio de 1915-1923, que llegaron a estas tierras al amparo de la generosidad de la legislación migratoria argentina, expresamos nuestro repudio a las manifestaciones del embajador de Turquía.
Pero también condenamos la arbitrariedad de creer que frente a un genocidio –el primero del siglo XX– hay que darle la palabra en un pie de igualdad a víctimas y victimarios. Esa falsa “corrección política” de PERFIL de otorgarle centímetros y voz al representante del gobierno negacionista del genocidio armenio en ocasión de su 106º aniversario, es como si se le diera la palabra a Goebbels para que defienda el
Holocausto que terminó con la vida de seis millones de judíos.
PERFIL debería recordar que la República Argentina es el único estado del mundo que ha reconocido y condenado el genocidio armenio por medio de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, sobre la base de la ley 26199 sancionada en enero de 2007. La negación de los hechos nunca va a borrar los crímenes ni eliminar la responsabilidad de quienes llevaron adelante el genocidio armenio.
Carlos M. Manoukian Presidente del Centro Armenio