CINCO VECES CAMPEÓN
San Lorenzo se consagró ayer pentacampeón de la Liga Nacional de básquetbol al vencer en el quinto partido a QUIMSA de Santiago del Estero por 82 a 77, en un encuentro disputado en el estadio Obras. El partido definió una serie final reñida y que el equipo santiagueño había estirado al quinto partido, tras vencer el pasado jueves. Nicolás Aguirre y José Vildoza -MVP de la final- fueron los máximos anotadores del Ciclón, donde Nicolás Romano se transformó en una pieza vital para resultado final, con un triple clave en los momentos decisivos del juego.
El equipo conducido por Silvio Santander se alzó con el quinto título al hilo de la Liga Nacional, algo que ningún otro equipo consiguió en las 35 temporadas que se disputa el certamen. San Lorenzo fue campeón de manera consecutiva desde la temporada 2015/16, aunque la que se disputaba entre 2019/20 fue terminada de manera abrupta por la pandemia de coronavirus. Con esta vuelta olímpica, San Lorenzo igualó la línea de Peñarol de Mar del Plata y quedó a cuatro consagraciones de Atenas de Córdoba, el máximo ganador en la historia de la competición.
El goleador del partido, con 20 puntos, fue Brandon Robinson, jugador de un conjunto de Quimsa que presentó pelea hasta el final, ya que incluso a falta de cuatro minutos iba dominando el tanteador. Esta temporada se jugó en medio de la pandemia de coronavirus, y había arrancada en noviembre pasado, con los consecuentes cuidados por los contagios y con burbuja para disputarla.
El partido. San Lorenzo comenzó con mayor intensidad, tanto a la hora de atacar el aro como al momento de defender en el propio. Fjellerup (5 puntos) machacó con sus penetraciones a una primera línea santiagueña desordenada y Nicolás Aguirre se encargó de anular a Brandon Robinson.
En la primera mitad del segundo cuarto aparecieron las figuras: Robinson, de Quimsa, atacó mejor el aro y se hizo espacios para tirar desde tres, y Aguirre se hizo cargo de su liderazgo en ofensiva y con penetraciones punzantes mantuvo a San Lorenzo a tiro.
Los errores no forzados y las pérdidas continuaron reinando en San Lorenzo, que se llenó de impotencia al verse atrás por 15 puntos con un minuto y medio de juego.
Con apariciones de José Vildoza (11 tantos) y la entrada de Roberto Acuña en la pintura todo cambió. San Lorenzo dejó de lado el titubeo, la dependencia del Penka y se presentó en la final para tirarle la chapa a Quimsa, que vio disminuida su cómoda ventaja.
Hasta que Nicolás Romano desde la esquina tomó una pelota caliente, con solamente un segundo y clavó un triple definitorio para darle una nueva estrella a San Lorenzo por 82 a 77.