“El texto de Macbeth traspasó los siglos”
Con intérpretes de trascendencia internacional, el creador argentino presentó su videoinstalación en Madrid. Describe su creación y juega con shakespeare.
Fue diseñador gráfico de obras de teatro, actor, director, dramaturgo y también gestor cultural. Será por todo esto que a Matías Umpierrez se lo considera un artista transdisciplinar. En el 2007 fue nombrado Coordinador del Área de Teatro del Centro Cultural Ricardo Rojas (UBA) y siete años después creó el Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América, en Buenos Aires. Hoy está casi radicado en España, acaba de estrenar su videoinstalación, Museo de la Ficción I. Imperio, y en su elenco figuran dos artistas claves: Ángela Molina y Robert Lepage.
Dice Umpierrez: “Durante el 2018 y 2019 lo presenté en Berlín con el programa Rolex, que es uno de los coproductores. Después fuimos a San Sebastián
“Ángela Molina fue musa de Luis Buñuel y también de Pedro Almodóvar.”
y Moscú”. Desde hace muy pocos días está en las Naves del Español, Madrid luego viajará a Canadá, México, posiblemente Colombia, Brasil, Suiza y otras ciudades españolas.
—¿Podrías describir ‘Museo de la Ficción I. Imperio’?
—Al igual que otros proyectos míos está en una frontera entre varias disciplinas, dentro del arte. También tiene otra perspectiva con respecto a los géneros, artes visuales, audiovisual como el cine, e invoca a la teatralidad, las artes performáticas y al escenario. El público se encuentra con tres instancias. La primera es una instalación, después hay un gran salón rojo donde verá montada sobre la pared principal nueve pantallas de LED, en cada una observará a los intérpretes, preparándose para la escena. Los vemos haciendo ejercicios. Más tarde llegará otra sala, allí se los ubicará en el centro y estarán rodeados por cuatro grandes pantallas, que son las paredes del lugar y de la teatralidad. Miden nueve por cinco metros. Provocan una sensación audiovisual inmersiva. Propongo sumergirnos en una ficción. Aquí los espectadores están rodeados y deberán elegir qué ver, por eso habrá un movimiento circular. Están libres de moverse y acercarse a la pantalla que prefieran.
—¿En qué momento aparecen en el elenco Ángela Molina y Robert Lepage?
—Robert Lepage es además de director, actor y logramos que se sumara al proyecto. Ángela fue la primera actriz que pensé por su trayectoria, su experiencia como actriz de cine, como musa de Luis Buñuel y también de Pedro Almodóvar. Tiene mucha trayectoria en el teatro, incluso trabajó con Bob Wilson. Quise que fuera ella y se sintió atraída por este tipo de propuesta. Les interesó el proyecto a Elena Anaya –intérprete de La piel que habito de Almodóvar y Rifkin’s Festival de Woody Allen, entre otras–, Ana Torrent recordada por Cría cuervos de Saura o Tesis de Amenábar. También actúan: Chema Tena, Adolfo Fernández, Javier Pereira, Tessa Andonegui, Javier Tolosa, Bore Buika y Alfonso Bassave. Todos estuvieron interesados por esta idea. Les propuse trabajar en otro tipo de dispositivo y en diferentes espacios, como los museos.
—¿Por qué una adaptación de “Macbeth” en los museos?
—Hace algún tiempo mis propuestas fueron presentadas en los museos y a partir de su definición “espacio que guarda para la posteridad el conocimiento humano” me pregunté dónde estaba la ficción. Por eso creé este dispositivo para que las personas entren en la experiencia del arte y puedan apreciar una ficción de manera performática. En este caso elegí Shakespeare, porque sentí que la primera pieza debería ser de un autor significativo. Creo que el texto de Macbeth traspasó los siglos y las artes. Es una pieza que encontró distintas formas de relacionarse con el público. Muestra el uso y el abuso del poder.