Para sacar la licencia de conducir será obligatorio un curso de género
No suma puntos al examen pero formará parte de la capacitación teórica. Busca paliar conductas temerarias y estereotipos al volante.
Para incorporar la perspectiva y los contenidos de género para concientizar sobre el impacto de las conductas viales, el Ministerio de Transporte de la Nación, a través de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), implementó desde esta semana la obligatoriedad del curso de género como parte de los contenidos mínimos de educación vial para quienes obtengan la Licencia Nacional de Conducir por primera vez.
De esta manera, se dio por iniciada la obligatoriedad de la capacitación sobre género para las y los aspirantes de todo el país a obtener la Licencia Nacional de Conducir por primera vez, orientándose sobre todo en la gente joven.
“Esta perspectiva introduce el respeto a las normas de tránsito, entendiendo que las mujeres generalmente son mucho más respetuosas de las normas de tránsito y por eso intentamos que más personas tomen esas conductas. Esto va a permitir bajar la violencia en el tránsito, sosteniendo una mirada mucho más protectora por parte del Estado”, dijo el ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera.
La capacitación es obligatoria pero no tiene una instancia de evaluación: su objetivo es concientizar sobre las manera de circular, visibilizar las conductas riesgosas con raíces en cuestiones de género que pueden tener implicancias en la vida de quienes conducen y de los demás e invitar a reflexionar a los más de 700 mil aspirantes anuales a obtener una licencia por primera vez acerca de conductas y estereotipos al volante.
Del total de licencias emitidas en todo el país, la proporción es de 70% varones y 30% mujeres. Pero en diez años, la cantidad de mujeres que las solicitaron es más de 500 veces mayor. Según datos del Observatorio Vial de la ANSV, las mujeres usan más el cinturón de seguridad, independientemente si conducen o son acompañantes, y cuando están al volante, el uso del cinturón es mayor en el resto de los ocupantes.
Los estereotipos de género que hoy predominan en el espacio vial asocian a los varones con la valentía, la toma de riesgos, la velocidad y las demostraciones de poder y fuerza, acciones propias de la violencia vial que vemos en las calles, como por ejemplo peleas, golpes e insultos entre conductores y las picadas clandestinas. Mientras que las mujeres son vinculadas a un estereotipo que las encasilla como “malas conductoras”, por un exceso de prudencia y el respeto de las leyes de tránsito, conductas que en realidad contribuyen a una convivencia vial pacífica.
La iniciativa, afirman desde Transporte “es pionera en la región”, y busca “incorporar la perspectiva de género como una manera más de repensar las formas de circular y reducir las actitudes riesgosas en el espacio público, modificando nuestras conductas como automovilistas, motociclistas, ciclistas o peatones”, agregan.
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