La marquesina del tradicional lugar fue el eje de la muestra que se realizó en conmemoración de su apertura. Qué trabajos se realizaron.
El pasado viernes 9 de Julio, la Confitería del Molino festejó los 105 años de apertura. Para su celebración decidió abrir sus puertas para que se pueda apreciar el avance de las obras de restauración que se vienen llevando a cabo desde que pasó a manos de la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación, tras su expropiación aprobada en 2014, y luego de permanecer cerrada unos 24 años.
Más allá de exhibir los trabajos de restauración, la movida también se realizó de cara a su futura reapertura prevista, según adelantaron las autoridades de la Comisión Administradora del Edificio del Molino, para fin de este año.
En este sentido, Ricardo Angelucci, secretario técnico de la Comisión Administradora, señaló a PERFIL que “una vez terminada la restauración de la planta baja del edificio, el salón del primer piso y la terraza, el plan es avanzar con un modelo de concesión que permita reabrir al público en general la Confitería. La idea es tener todo listo para reabrir a fin de año”, aseguró el funcionario.
Entre las tareas ya terminadas se cuentan la restauración total de la azotea y la torre cúpula, que incluyó la puesta en marcha e iluminación de las aspas, la restitución de los leones alados y de los ocho paños vitrales retroiluminados. Según explicó Angelucci, la idea es incluir a la terraza del edificio en los pliegos para que allí funcione un bar de altura, tal como ocurre en diferentes edificios y hoteles de la Ciudad.
En el salón de la planta baja, en tanto, se exhibieron objetos históricos de la Confitería inau