Política e identidad
Malcolm Gladwell dice que el análisis de la política es más complejo que el pensamiento limitado de algunos académicos y dirigentes que, incapaces de pensar en términos estratégicos, orientan las campañas tratando de usar hechos aislados, como piezas del marketing político o de las relaciones públicas. La política es mucho más compleja.
Tiene que ver con actitudes humanas que varían todo el tiempo, integradas en conjuntos de percepciones psicológicas complejas, que se desarrollan en la interacción entre políticos y ciudadanos tratan de ser sujetos de su destino.
En muchos casos confunden las herramientas con lo sustantivo. Durante un tiempo había gente que vendía trolls que no servían para nada. Hoy dicen que hay que hacer un Tik-Tok, herramienta que no significa nada en sí misma, puede servir para transmitir mensajes eficientes dictados por una estrategia o convertir al candidato en un idiota.
Hay dirigentes que sorprenden con su campaña cuando piensan, cuando son capaces de ver los conjuntos, arman un equipo con experiencia, al que proporcionan herramientas para trabajar con estrategia. Lo gracioso es que en algunos casos, cuando llega el triunfo, el político superficial lo atribuye a la magia, abandona el trabajo racional y normalmente se hunde.
Incluso en países en que los gobiernos autoritarios controlaron todo durante décadas, la gente se despierta, se conecta con las redes, cuestiona al sistema y pide libertad. En esta semana Francia se incendió con el rechazo al pasaporte sanitario, Sudáfrica cayó en una insólita espiral de violencia, Nicaragua y Venezuela van al colapso, en Haití asesinaron a un personaje que fungía de presidente, que antes había acabado con el Congreso y las instituciones.
En Cuba, última sobreviviente de la Guerra Fría, tambalea una dictadura que duró sesenta años, a la que no se puede juzgar fácilmente. En su momento, cuando parecía que la Revolución se instalaba en el mundo, tuvo un protagonismo insólito para un país latinoamericano.
Literalmente, el mundo casi se acaba cuando los rusos instalaron en la isla misiles con ojivas nucleares.
Parecía un jugador de alto nivel cuando entrenó guerrillas que se diseminaron por toda América Latina, y envió tropas que combatieron en África. Parecía una potencia mundial.
En el mundo unos confiaban en su fuerza y otros temían su injerencia. El mito perdura, Algunos van en procesión a pedirles vacunas, mientras varios gobier