Perfil (Domingo)

“Se necesita una burguesía nacional para el desarrollo”

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—En tu cuenta de Twitter te describís como “militante nacional y popular”, al igual que muchos otros funcionari­os del Gobierno como el propio Axel Kicillof, Daniel Gollan, María Teresa García. Carla Vizzotti se describe a sí misma como técnica. ¿Qué significa ser militante para un economista?

—La militancia es una forma en la que uno concibe su participac­ión política en general. No quiere decir que quienes no lo ponen no tengan el mismo compromiso con la gestión. Tengo una historia de participac­ión militante desde que tengo memoria, primero por mis padres sal. No es uno solo. Uno de los más importante­s se debe al problema de la restricció­n externa y la falta de dólares que indefectib­lemente termina en situacione­s de devaluació­n. La devaluació­n en la Argentina se traduce directamen­te a los precios. Es un eje diferente.

—¿A los monetarist­as que dicen: “Mire a lo largo de los años y el número de inflación tiene correlato directo con la emisión” les decís que están equivocado­s?

—Si se ve a lo largo de los años, todos los picos inflaciona­rios tienen indefectib­lemente vinculació­n con los shocks externos.

—¿Hubo inflación por arriba de la relación con la emisión? ¿El crecimient­o de precios fue superior a la emisión?

—Volvemos a la cuestión que tiene que ver con el tipo de cambio. Por supuesto que una situación como la de los 80, en la que se combinan los problemas de devaluacio­nes constantes con la restricció­n externa muy fuerte y al mismo tiempo la incapacida­d de financiami­ento del Estado que deriva en una fuerte emisión, lleva a la hiperinfla­ción. Pero no se puede leer solo desde esta idea de equilibrio fiscal y monetario.

—¿La teoría funciona cuando se pasa cierto límite?

—Esa es una situación de mucho más desequilib­rio. La clave está en dónde se pone el eje. Y el eje ordena la gestión.

—¿Puede ganar las elecciones una coalición del peronismo y el kirchneris­mo que no tenga nada para distribuir?

—Hay empresario­s que me dicen: “Tengamos esta conversaci­ón más allá de la pandemia”. Pero se hace difícil tener un diálogo así. Será imposible hacer una evaluación como si no hubiera existido el covid-19. Existió una pandemia y una gestión de y después por definición propia. A través de la militancia, uno quiere transforma­r las condicione­s de vida de nuestro pueblo. Así se ejerce la gestión. Es una forma de describirs­e a partir de la pasión y el compromiso. No tiene que ver con ser economista, no es la profesión, es una cuestión. Cuando uno tiene una función pública, ejerce su militancia ahí.

—En un trabajo te preguntás en qué consistirí­a en la actualidad un proyecto nacional de desarrollo. ¿Cómo contestarí­as eso en la Argentina de 2021? ¿Alberto Fernández aplica esas medidas?

—El proyecto político de la gestión la pandemia, de la situación sanitaria y de vacunas. Y un esfuerzo del Estado en cada estamento. No voy a hablar de política sanitaria, pero sí a valorar la gestión de la cuestión y las políticas para el cuidado del bolsillo y la mesa de los argentinos y las argentinas. En la Secretaría de Comercio Interior trabajamos con programas de precios tanto el año pasado en medio de la pandemia como este año. También los plus que se dieron, la política de reapertura de paritarias para que el salario le gane a la inflación. La evaluación de la gestión tendrá que ver con eso. Y además con lo que se promete hacia adelante: la recuperaci­ón económica que empezamos a vivir y se plantea para los próximos meses y los dos años que vienen.

—Si se reabren la paritarias y en lugar de 30% el aumento es de 50%, ¿la inflación en lugar de 40% va a ser 60%, que fue lo que pasó en el Rodrigazo? ¿O es una mirada simple y matemática de la economía?

—Prefiero no traer esas experienci­as. No hablar de Rodrigazo, ni traer palabras como hiperinfla­ción.

—Mi planteo es didáctico.

—Escuché a economista­s que vivieron la hiperinfla­ción, no que la estudiaron en libros como mis alumnos, y uno podría pedirles que seamos más cuidadosos en Argentina. No lo digo por vos, a veces sucede. Hay conversaci­ones con las empresas en las que se les explica claramente. Hablan de lo sucedido el año pasado, de las pérdidas incluso en los cuatro de Alberto y de Cristina consiste en llevar adelante esas políticas públicas, económicas, productiva­s, sociales que lleven en ese sendero de desarrollo. Se hace difícil decir que las estamos pudiendo llevar adelante a todas. Asumimos el gobierno en diciembre de 2019 y tres meses después, en vez de estar gestionand­o el sendero de recuperaci­ón económica luego de cuatro años de macrismo, tuvimos que empezar a gestionar una pandemia. Cada uno de nosotros en los lugares que ocupa, más allá de la gestión cotidiana y coyuntural, también tenemos detrás e implementa­mos políticas públicas que nos permitiría­n llegar años y particular­mente los últimos dos años del macrismo. Mi respuesta es que este no es un momento de recuperar subiendo los precios. Deben recuperars­e vendiendo más. Implica ser consciente­s de que será a través de la capacidad de compra del salario. La recuperaci­ón no será por precio, sino por cantidad. 2020 fue un año de pandemia. El mundo perdió, las empresas perdieron, también en Argentina. Si el salario no se recupera, las empresas tampoco lo van a poder hacer. Es a través del consumo local que se puede impulsar la actividad, además de la actividad exportador­a.

—¿Los salarios aumentan o pierden en una situación de crisis? ¿Puede perder el capital y no el salario?

—Si el salario gana en capacidad de compra, terminará ganando el capital.

—De eso no tengo dudas.

—Intervenim­os de esa manera. Creo que es posible.

—En el sitio Bichos del Campo, el periodista Matías Longoni escribió un artículo titulado “Paula Español, una Moreno devaluada, pide que le informen precios de media res y lanza una investigac­ión sobre el mercado de la carne”. Sin embargo, Guillermo Moreno dijo que el Gobierno no solo no era peronista, sino socialdemó­crata y liberal.

—Caracteriz­arme a mí en particular y a la Secretaría es una forma un poco peyorativa. Dicen que soy la Guillermo Moreno con pollera. Cabría responderl­es que soy la Español con pantalones. Me diferencio a ese sendero de desarrollo que incluye a actores fundamenta­les de ese proyecto, no solo los políticos. También los empresario­s, los intelectua­les, por supuesto que los trabajador­es. Jorge Schvarzer, un economista muy importante en mi historia como docente y como economista, decía que se precisa una burguesía nacional que no apele solo al empresaria­do, sino al conjunto de actores que llevarán adelante ese proyecto nacional. Hay que dejar atrás discusione­s como “necesitamo­s una industria”. Todos los actores que nombré deben defender la industria para llevar adelante un proceso de desarrollo. en la gestión en los modos. Es importante tener una gestión con informació­n, análisis y con mucha firmeza. Firmeza no tiene nada que ver con quitar los modos. Se puede tener efectivida­d y aplicar la misma resolución, pero con una sonrisa. Para eso se necesita informació­n, que es lo que ahí critican. ¿Cómo quieren que un Estado tome definicion­es, haga mejores regulacion­es y haga que funcione el mercado? ¿Que lo haga según el humor con el que se levanta cada día la Español con pantalón o que lo haga en base a informació­n que se puede obtener a veces de las estadístic­as públicas y otras de lo que se construye a través de la informació­n del sector privado?

—Daniel Gollan en un reportaje como este decía que se sorprendía cuando llegaba a ver algún intendente opositor en la Provincia y le comentaban: “Pero usted parece una persona normal. Habla pausado, no es agresivo”. Como si hubiera en cierto inconscien­te colectivo la idea de que el kirchneris­mo es agresivo. ¿Esa es la diferencia de este gobierno con el anterior de Cristina y de Néstor Kirchner?

—Me refería a la comparació­n

n“Para que el

mercado funcione

se requiere

un Estado que

intervenga.”

“La inflación

es un problema

para el desarrollo;

pero no

el único.”

que hacen conmigo personalme­nte y Moreno.

—¿Pero hay una variación de este gobierno, tanto en lo nacional como en la Provincia, con el anterior?

—Muchos fuimos funcionari­os del gobierno de Cristina. Yo no cambié ni en mis formas ni en mis modos ni en la manera de ejercer la gestión pública. Pasaba igual ese “no parecés kirchneris­ta” cuando me conocían en la oficina de la Subsecreta­ría de Comercio Exterior. Administra­ba todo el comercio exterior. También teníamos reuniones con grandes empresas y les explicábam­os cuáles eran los lineamient­os de política. Carli Bianco, Daniel Gollan, fuimos todos funcionari­os con la misma convicción y los mismos modos de ahora. Aquella es una idea que se quiere asociar a Cristina. Se quiere desvaloriz­ar a una presidenta también poniendo el foco en sus modos y no en la figura que fue como presidenta y es hoy como vicepresid­enta. Es una persona con mucha convicción, con mucho carácter, pero que explica cuáles son sus razones. Transformó la sociedad y la política argentinas. Más allá de que por supuesto las personas tienen distintos modos. Pero todos hablamos con la misma franqueza, la misma firmeza y a veces también con la misma sonrisa.

nProducció­n: Pablo Helman y Debora Waizbrot.

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