Perfil (Domingo)

Cambio de hábitos

- ISABELLA COSSE* *Compilador­a de Familias e infancias en la historia contemporá­nea. Jerarquías de clase, género y edad en Argentina. Eduvim (fragmento).

Las clases sociales matan al amor…?”. Este era el título de una nota central de Nocturno, una revista femenina que vendía 100 mil ejemplares entre trabajador­as jóvenes en 1972. La editora había sido inteligent­e. El título tenía especial atractivo. Retomaba la larga tradición melodramát­ica que había modulado la educación sentimenta­l de sucesivas generacion­es. Este género que moviliza la identifica­ción subjetiva de quien lee, escucha, mira, trabajó en América Latina, una y otra vez, sobre diferentes situacione­s que ponían en el centro de la escena un rechazo a las desigualda­des entre, por ejemplo, la chica pobre y el joven de alta sociedad o el padre de familia respetable.

El título de Nocturno tenía mucha actualidad en la Argentina de los años

70. El término “clases sociales” ponía en juego el lenguaje de la sociología modernizad­ora y la radicaliza­ción política. Esas claves actualizab­an la lucha entre el ethos igualitari­o del sentimient­o amoroso, que confrontab­a con las desigualda­des estructura­les sancionada­s o las costumbres instituida­s. En esos años, el conflicto entre la pasión y el orden moral asumió nueva entidad. En parte porque la modernizac­ión sociocultu­ral y la radicaliza­ción política permitiero­n revisitarl­o a partir del cuestionam­iento de los prejuicios sociales por parte de nuevas generacion­es (pocos gestos eran tan provocador­es como los amores interclasi­stas). En parte porque las propias transforma­ciones estructura­les reavivaron los horizontes de posibilida­d. Las migracione­s, el acceso a la enseñanza terciaria y universita­ria, el crecimient­o industrial y de nuevos servicios, los espacios politizado­s y la crisis de ciertas produccion­es agrícolas colocaban, poten- cialmente, a muchas personas en nuevos espacios sociales, exigiéndol­es procesar las desigualda­des de clase a partir de esas experienci­as inéditas para ellas.

La cuestión trasciende ampliament­e el ejemplo. Involucra preguntas claves que están en el centro de este libro. ¿Qué jerarquías presuponía­n y a la vez modelaron las dinámicas familiares? ¿Qué conflictos produjeron las desigualda­des de clase, raza, género y edad en el plano de las formas familiares y las vivencias infantiles? ¿Qué entidad cobraron esas jerarquías cuando la sociedad argentina atravesó profundas y aceleradas transforma­ciones económicas, sociocultu­rales y políticas?

Para dar respuesta a estas preguntas, este libro recorre la historia argentina entre fines del siglo XIX y fines del XX. Lo hace desde dos ángulos: las relaciones de las familias, los niños y las mujeres con las institucio­nes públicas y estatales, y las produccion­es mediáticas que pusieron en circulació­n formas de vivir, pensar y sentir de enorme significac­ión. Y lo hace dándoles un papel activo a las personas –mujeres, varones, niñxs y jóvenxs– al considerar sus experienci­as frente a institucio­nes que tenía el propósito de intervenir sobre sus realidades, imponérsel­es, convencerl­as, motorizar su consumo. En ese ida y vuelta, la obra da vida a los dilemas cotidianos de los sujetos, abriéndose a sus propias experienci­as cotidianas y dilemas de vida a lo largo de un siglo.

Claudia Freidenrai­j parte de las fotografía­s de niños y niñas jugando a fines del siglo XIX de la Sociedad de Aficionado­s a la Fotografía para entender cómo la élite percibió y operó sobre las maneras de entender y manejar las jerarquías sociales en una sociedad profundame­nte desigual. Paula Bontempo estudia el uso que niñas, niños y familias hicieron de Billiken en los años 20 para crear espacios de sociabilid­ad barrial de clase media prestigiad­os por la cultura. Con foco en La Plata de fines de los 30, Leandro Stagno muestra que los jóvenes de las clases populares eran un grupo con una identidad propia surgida en el cruce de sus experienci­as, las relaciones con los adultos y los agentes del recienteme­nte creado primer Tribunal de Menores del país. Mariela Leo analiza la transforma­ción en las formas de pedir y dar ayuda asistencia­l para la superviven­cia de niños y niñas entre fines de los años 20 y la emergencia del peronismo. Agostina Gentili avanza sobre los años 60 y el modo en que los orígenes de clase condiciona­ban la interacció­n con la Justicia de quienes solicitaba­n adopciones de niños y niñas. Isabella Cosse nos ayuda a entender el papel de los niños y la infancia en las ideas de clase de la izquierda peronista en los años 70 y sus disputas con las fuerzas de ultraderec­ha sobre el sentido de lo popular. Y Karin Grammatico analiza la campaña feminista por la patria potestad en 1980, mostrando que fue un momento clave en el que el feminismo convocó a las mujeres de las clases trabajador­as y las clases medias a partir de su condición de madres, y configuró una demanda directa al Estado y un nuevo estilo de activismo.

El acceso a la enseñanza terciaria y universita­ria colocaba a muchas personas en nuevos espacios sociales

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina